Sueños De Piedra - Iria G. Parente & Selene M. Pascual

Titulo: Sueños De Piedra (Marabilia #1),
Título Original: Sueños De Piedra (Marabilia #1),
Saga: Marabilia - 1° de 3.
Autoras: Iria G. Parente & Selene M. Pascual.
Editorial: Nocturna Ediciones.
Colección: Literatura Mágica.
Fecha de Publicación: Septiembre 2015.
ISBN: 9788494335471
N° de Páginas: 573
Goodreads

Sinopsis: Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez...

Gracias a Lecturalia por el ejemplar para esta reseña.



Opinión Personal:


Desde que salió “Sueños De Piedra” es un libro que se fue directamente a mi wishlist porque me había encantado tanto la portada como la sinopsis, desde siempre me ha encantado los libros de fantasía así como las historias que tienen que ver con magos y príncipes supongo que por mi amor infinito a las leyendas artúricas.  Especialmente me llamaba al saber que las autoras eran españolas porque tengo una especie de amor-odio con los escritores españoles porque hay libros que me han encantado pero hay libros que he odiado de estos escritores, pero algo me decía que debía de tener fe en las autoras y puedo decir que esa fe fue muy bien recompensada, por que ame el libro. Me intimidaba sí, porque jamás me lo imagine tan grande -creo que eso me está pasando últimamente- pero lo disfruté muchísimo.

Arthmael es el príncipe heredero de Silfos o al menos lo era hasta que su padre decidió reconocer a su hijo ilegitimo. Jacques, su hasta ahora desconocido hermano, ha presionado al rey para ser el quien ocupe el trono y no el legítimo heredero. Debido a la decisión de su padre el príncipe de Silfos decide abandonar el reino para ir en búsqueda de aventuras que le ayuden a forjarse una fama como héroe, con el único objetivo de demostrarle al rey que el pueblo lo aceptaría como monarca y que es capaz de hacer mucho más cosas que gastar su herencia en las tabernas y mujeres del pueblo, aunque dicho objetivo solo sea por razones egoístas, pues es consciente que de demostrar ser un héroe, su padre volvería a darle el lugar que él cree merecer.

Lynne es una chica que ha trabajado como prostituta desde que Lord Kenan “la rescato” de las calles. Sin embargo ahora más que nunca desea dejar esa vida para ir en búsqueda de un futuro mejor y de buscar la forma de ver realizado su mayor sueño, ser mercader tal y como lo era su padre. Pero Kenan no dejara que su favorita lo deje así tan fácil, puesto que en cada ocasión en que Lynne está convencida de abandonar esa vida, él se las arregla para destruir su confianza y conseguir que Lynne permanezca a su lado, pero esta vez es diferente, ella está plenamente convencida de que su futuro no se encuentra en ese lugar y además, de que no podría pasar un día más soportando ese estilo de vida, sin desearlo y luchando por su libertad Lynne se ve obligada a escapar, dejando el cuerpo de Lord Kenan a sus espaldas sin ser consciente de si sigue con vida o lo ha asesinado sin planearlo.

Hazan es un aprendiz de mago que debido a que su hermana se encuentra gravemente enferma de una condición que ni siquiera la magia ha logrado mejorar, se ve obligado por lealtad y amor a ir en la búsqueda de dicha cura a una de las torres mágicas, aunque sin lugar a dudas sus hechizos puedan salir mal como el hecho de que el último de ellos lo ha convertido en rana, Hazan está dispuesto a hacer hasta lo imposible para conseguir dicha cura y así, poder salvar la vida de su hermana.

Es así como el camino de los tres se unirán una misma noche, a pesar de que sus objetivos podrían llevarlos por diferentes caminos, pronto se darán cuenta que para conseguir lo que los tres desean deberán unir sus caminos en un mismo destino, pues de esa forma cada uno podrá intentar lograr sus sueños y volver a sus vidas de siempre con la satisfacción de la victoria. Aunque lo que ninguno sospecha es que deberán enfrentarse a las criaturas más temibles, conspiraciones, traiciones y secretos que pondrán en peligro no solo conseguir sus objetivos, sino también amenazaran sus vidas y felicidad.

Como podrán ver la historia es bastante larga ya que implica prácticamente a tres personajes protagonistas así como varios personajes secundarios, pero aun con ello puedo decirles que jamás se hace pesada la lectura pues las escritoras saben otorgarnos un ritmo que no permite que perdamos el interés página tras página. La pluma de las autoras es bastante entretenida, divertida y fácil de leer, me impresiono mucho el hecho de que no se percate la diferencia de una autora a otra o al menos para mí no hubo ese malestar de que el ritmo o el tipo de narración fuera variable y me hiciera perder el hilo de la historia. Además es genial la forma en que nos brindan mensajes, no pueden imaginarse la de frases hermosas que posee este libro, o quizás se percaten de ello más adelante en la reseña con la lluvia de frases que tengo en esta entrada.

La forma en cómo se involucra la magia es genial, especialmente el hecho de las torres de magia en cada reino que sería como las escuelas de los magos. Otro hecho que me gustó mucho fue como se involucran algunas criaturas mitológicas, y definitivamente, me encanto el mundo y la época en que la historia está ambientada. Esta historia posee varias escenas de acción y batallas típicas de cualquier héroe algo que agradecí mucho, no solo el hecho de que estén bien hechas, también me gusto que en ocasiones se complicaran las cosas para los personajes y que no obtuvieran todo de una forma tan fácil, lo que hacía que los sacrificios fueran mucho más creíbles.

Como podrán imaginarse contamos con una trama amorosa que sí, para sorpresa mía a pesar del enorme romanticismo, las escenas cursi y el exceso de amor entre la pareja que se da en la historia, no me desagrado, creo que está elaborada de una forma que se hace creíble y sobre todo, soportable para las personas como yo, que no soportan el romance en exceso. Lo único que me desagrado de la trama amorosa fue el hecho de que le restara quizás, un poco o para mi gusto demasiada atención a los hechos mágicos y a la magia en sí. También debo confesar que me gustaba mucho más cuando había un poco más de amor-odio entre los personajes, que cuando estaban completamente enamorados y como pareja.

Hay mensajes bastante hermosos, creo que uno de ellos es la lucha de la mujer en aquella época por ser tomada mucho más que por una persona que podía dedicarse a los quehaceres domésticos y a dar hijos, una lucha que como bien mencionan las autoras, desafortunadamente sigue en el presente. Otro de los mensajes que nos obsequien es el consejo de lucha por nuestros sueños, el no perder la fe en nosotros mismo y tenernos la suficiente confianza para creer que conseguiremos aquello que más deseamos y por lo que tanto hemos luchado, porque es algo que he visto en pocos libros pero en esta ocasión cada uno de los protagonistas o personajes cuentan con un sueño que anhelan con todo su corazón.

Lynne me gustó mucho, aunque es una persona bastante dañada siempre intenta pensar positivo a pesar de que sus inseguridades y falta de confianza la hagan dudar de sus deseos y aspiraciones, aunque si me habría gustado que se tuviera un poco más de estimación, pues era una persona que estaba dispuesta a dar todo por aquellos que le importaban pero al momento de creer en ella, todo lo negativo aparecía, debo decir que en momentos lograba exasperarme. Arthmael fue uno de mis personajes preferidos, su sentido del humor en un principio era sensacional, y aunque suene un poco raro, me gustaba un poco sus aires de grandeza –claramente a excepción de las ocasiones en que hacia menos a otras personas- y su alma de casanova siempre era entretenido, aunque cambio un poco mi forma de verlo en cuanto se volvió un príncipe enamorado, pero eso sí, puedo decir que fue muy agradable que creciera y madurara de una forma tan notoria mientras la historia iba avanzando. Hazan es un chico encantador, con esa inocencia tan característica de él, me gusto el hecho de que en varias ocasiones era el quien parecía el mayor de los tres que buscaban aventuras, especialmente cuando hacia recapacitar a sus acompañantes.

Tengo que decir que especule mucho quien podría ser el villano de la historia pero por más especulaciones que hice, jamás me acerque al verdadero villano que quería acabar con la vida de nuestros protagonistas, lo que creo que es un enorme giro a la historia que las autoras logran darle. Otra cosa que debo aplaudir es el hecho como logran que todos los personajes cambien con el pasar de las páginas, que maduren y de cierta forma que consigan ser mejores para sí mismos.



“Lo cual no es más que otra forma de decir que tendré que rezar para que todos a mi alrededor se mueran antes de que lo haga yo. O ayudar al curso de los acontecimientos con un poco de veneno en ciertas copas. De pronto, esa me parece una solución brillante”.

“Por supuesto. Al final, todo se reduce al poder. A como la gente te ve, a cómo reaccionan cuando oyen tu nombre”.

“Los héroes pasan a la historia. Los benefactores, no”.

“Sé que la conversación es seria porque un padre solo utiliza el nombre completo de su hijo cuando no le queda otra opción, ni siquiera el razonamiento”.

“Para ser un héroe solo se necesita un corazón valiente.
O eso dicen”.

“Yo hace mucho que deje de ser dulce, aunque quizá no haya dejado nunca de ser débil. A lo mejor por eso no he huido todavía. Porque tengo miedo de que lo que haya fuera sea peor que lo que hay aquí”.

“No aspiro a que nadie me quiera. No aspiro tampoco a querer a nadie. Quizá no pudiese hacerlo aunque quisiera, porque hace mucho que se me olvido lo que era sentir cariño”.

“Para mí, el amor es un cuento más de otros lugares lejanos. Ni lo quiero ni lo espero, por hermoso que parezca en historias que le suceden a otros. Yo solo ansió vivir mi vida. Ser independiente. Quiero ganar mi dinero de una manera honrada y ver lo que el mundo puede  depararme”.

“No quiero ningún hombre. No lo necesito”.

“Muchos rumores empiezan por eso de que alguien oyó a alguien decir algo”.

“Siempre he sido de la opinión de que hay que aceptar las oportunidades de la vida”.

“Del más rico al más pobre, la palabra de un hombre siempre vale lo mismo para mí: nada”.

“Las mujeres, pedazo de imbécil, somos igual de validas que vosotros. Que algunos hayan hecho de este mundo un lugar de hombres no significa que no seamos dignas de vivir en él, de ocuparnos de nuestras vidas, de hacer lo que se nos antoje con ellas. Somos libres e inteligentes, e igual de capaces de realizar cualquier tarea que los hombres”.

“Mujeres: el enemigo natural del hombre y, paradójicamente, su única posibilidad de reproducción”.

“Siempre me decían que el mundo fuera era peligroso. Peligroso, sí, pero nunca me advirtieron de que también podía ser ridículo. No, al menos, a esto niveles”.

“Por supuesto, los hechiceros creen en esas cosas. Que hay criaturas llenas de luz observándonos desde el firmamento y no son meras luces brillantes y lejanas que iluminan las noches para que no parezcan tan oscuras. Yo opino que es absurdo creer que solo cuando el sol se oculta hay alguien mirando hacia nosotros. Prefiero creer en los Elementos, si tengo que creer en algo. Es más reconfortante pensar que hay espíritus en todas partes, velando por el orden del mundo, aunque al final estemos solos y lo único real sea lo que nosotros hacemos con nuestras vidas”.

“Oh, pero ¿no querías ser un príncipe benevolente? Nosotros somos pobres y tú, rico. Un buen heredero preocupado por su pueblo debería compartir sus riquezas con los, mas desfavorecidos…”.

“Ten cuidado con los espíritus del bosque, príncipe. Si los enfureces, irán a por ti”.

“No me gusta el contacto físico si puedo evitarlo”.

“Me quedo en silencio, que me resulta incómodo pero es más sencillo que confesarme y admitir todo lo que me ronda por la cabeza. O reconocer que estoy agradecido. Que les debo la vida”.

“Oh, genial. Ahora resulta que hemos pasado de viajar juntos a estrechar lazos. Pronto nos sentaremos alrededor del fuego a compartir nuestros sentimientos”.

“No me gusta cómo suena el pasado”.

“Duele, aunque haya intentado no pensar en ello. Aunque me haya escondido tras los caprichos y el orgullo. Porque me hace sentir inútil. Porque me hace sentir insuficiente”.

“El error de lo que sois como tú, los poderosos, es que siempre dais por hecho muchas cosas. Creéis que ser más ricos o tener una mejor situación os hace mejores que al resto y que, por tanto, vuestra opinión y decisiones valen más que las de cualquiera”.

“Mi padre pensaba en los nobles, en evitar una lucha de poder, pero lo cierto es que no son tantos. El pueblo es mucho más numeroso. Quizás los ricos sean más viscerales y puedan permitirse las intrigas, los venenos y jugar con el valor de sus reputaciones, pero a la gente de a pie, con sus vidas modestas y sus humildes quehaceres, no le interesan esas cosas. Y está comprobado que pueden hacer mucho ruido”.

“Un hombre con ansias de poder… ¿Qué hay más peligroso que eso?”.

“Tengo que apartar de mi mente cualquier conexión con esa vida, si quiero empezar de nuevo. Tengo que sobreponerme a ella, a las dudas y a la inseguridad que otros han dejado en mí, demasiado impresas en la piel y bajo ella”.

“Supongo que es la imagen que tenéis, sí. Pero no, en mi caso no es así. Yo quiero un trabajo tranquilo con el que ganarme la vida de manera honrada. No quiero ningún romance: al final, el amor es otra manera de que un hombre te coloque bajo su sombra”.

“P-pero el amor no es eso. No es que yo sepa mucho acerca de ello, claro, pero se supone que… el romance es ¿equilibrio? Es querer a alguien como esa persona te quiere a ti…, ni menos ni más…”.

“La realidad me enseño su verdadera cara mucho antes de lo que a mí me habría gustado descubrirla”.

“No quiero que lo sepan. No quiero que me juzguen. Todo estaba yendo bien hasta ahora. Si no lo sabían, era como si nunca hubiera existido. Estaba empezando de nuevo”.

“Yo no dejo que me vea afectada y alzo la barbilla en una pose digna y orgullosa. Eso es, Lynne. Que no crean que te importa. Que vean que eres fuerte. Que vean que no pueden contigo”.

“No importo.  Ni para él ni para nadie. Nunca lo he hecho; por más que haya huido, por más que haya intentado cambiar mi vida, eso no va a ser distinto ahora. Y mucho menos en este momento, en el que han descubierto mi secreto. En el que el pasado me dice, más alto y claro que nunca, que no puedo escapar de él”.

“Las despedidas siempre requieren de su propio tiempo”.

“Ambos miramos al cielo como si pretendiéramos encontrar allí las respuestas que no tenemos aquí. ¿Por qué ocurren este tipo de injusticias si los Elementos y las estrellas nos protegen?”.

“¿O será el tipo de dolor que ni siquiera trae el consuelo de las lágrimas?”.

“No tienes la culpa. Bueno sí que la tienes: actuaste mal y conscientemente. Pero a veces… a veces las circunstancias nos superan”.

“No parece… mala. De hecho, parece demasiado buena para todo lo que ha pasado, pese a esa actitud irrespetuosa que consigue sacarme de quicio”.

“Bueno, no se trata de creer. Es una de estas cosas del destino”.

“Quizá lo que no me guste sea la máscara de indiferencia que se pone, como si fuera invulnerable”.

“Arthmael… Significa príncipe de piedra”.

“El sufrimiento une a las personas”.

“Si lo pienso ahora, la verdad es que no somos muy heroicos. Pero a quien le importa. Los detalles siempre se pueden cambiar si hay hechos. Como mi padre me enseño, la labia es lo más importante”.

“Y entonces demostrare al mundo que las mujeres también podemos hacer grandes cosas. Más importante aún: me demostrare a mí misma que yo puedo hacer grandes cosas. Que soy digna, que merezco vivir mi vida y que… puedo ser importante. Para mí, para la sociedad… para la gente”.

“Me hace sentir… querida, como hacía tiempo que no me sentía”.

“El caso es que desde entonces me siento un poco más… ligera. Nunca lo había compartido con nadie. Nunca había enseñado las heridas, demasiado ocupada en lamérmelas”.

“Supongo que hasta yo necesito hablar de vez en cuando de aquello que duele”.

“Es normal que tu no creas en unicornios, príncipe, ni que los vayas a ver nunca: si solo se acercan a las vírgenes, huirán en dirección contraria con el olor de tu indecencia”.

“Me he acostumbrado a ese gesto para mostrar mi aprecio, ya que no me siento cómoda con mucho mas contacto. Supongo que se me ha olvidado como dar cariño a otras personas o como recibirlo”.

“Se respira paz. Así es como debería ser la vida, supongo: sin prisas, sin la gente a la que no has elegido alrededor, perdido en un vínculo primitivo con la naturaleza, siempre en marcha, siempre viendo cosas nuevas y, a medida que lo haces, sintiendo crecer el hambre de ver todavía más”.

“Supongo que hemos establecido algún tipo de relación en esta semana. Una… amistad, si se le puede llamar así a este tira y afloja que es nuestro día a día. Puede que nos burlemos todo el rato del otro, pero tanto el cómo Hazan son las primeras personas en mucho tiempo con las que puedo… estar tranquila. Olvidarme un poco de todo lo que he dejado atrás.
Son las primeras personas en demasiados años que son buenas conmigo.
Incluso cuando el príncipe es un imbécil integral”.

“Te parecerá una tontería pero… a mí me gusta la sensación. ¿No es… emocionante? Estar todo el tiempo en movimiento, despertarte en un lugar, pero no saber dónde te encontraras cuando acabe el día”.

“Oh, estupendo. Tenemos como príncipe a un masoquista, como temía. Silfos vivirá tranquilo durante muchos, muchísimos años. Hasta que a su rey le parezca que es interesante, no sé, llamar dragones, a ver si destruyen la ciudad, porque sería muy emocionante ver cómo queda después de arder”.

“Me gusta viajar. Me gusta descubrir el mundo. Era mi plan inicial y está siendo incluso mejor de lo que nunca hubiera imaginado. Y todavía queda tanto ahí afuera… No puedo evitar sentir expectación ante que será lo siguiente que nos encontremos”.

“Me estremezco. Hay ciertas cosas con las que no se debería jugar, y si ya de por si la magia me da escalofríos, la magia negra…”.

“Para mí la muerte no es más que un gran vacío negro. ¿Otro mundo? Tal vez para los chicos con la cabeza llena de cuentos y magia, pero no para mí. Si me muero, no perderé mi preciado tiempo de descanso vagando por Silfos como un espíritu, eso seguro”.

“Oh, bueno. Supongo que tengo escrito por toda la cara mi pertenencia a la realeza y mi heroicidad y gallardía. No podría pasar desapercibido ni aunque me rebozara en barro, me pusiera un taparrabos y fuera aullando por el bosque como un loco.
Ah, soy un esclavo de mi propia belleza”.

“No te gusta la magia: prefieres aquello que puedes conocer y agarrar, no lo que no puedes manejar ni a lo que no puedes enfrentarte cara a cara”.

“Ser de familia real no asegura tener buenos modales”.

“La veo rodear los estrechos hombros del chico con un brazo, permitiéndole apoyarse contra ella. En cambio, si yo me acerco tanto, me abofetea. La vida es más fácil cuando pareces inocente”.

“El dinero sí que cambia a la gente, al fin y al cabo. Y no para mejor”.

“Qué fácil es manipular la mente de un hombre. Que sencillo meter las ideas adecuadas en el momento adecuado”.

“¿Cómo va a darlo todo cuando está herida? ¿Cómo va a recibirlo todo, si nunca se lo han dado?”.

“Ella desea libertad. Está llena de heridas y no necesita un amante. Necesita alguien que le ayude a ponerse las vendas y sanar”.

“No puedo ayudarla si ella no quiere ayudarse a si misma primero”.

“Siento ganas de sonreír de puro alivio. No lo hago, no quiero adelantarme a los acontecimientos. He visto situaciones que se torcían en circunstancias más favorables”.

“A ellos le queda familia. A ellos les queda un hogar. ¿A mí que me queda aparte de mis frágiles e inalcanzables sueños? Aparte de ese anhelo desesperado de sentirme dueña de mi propia vida, más allá del poder de otros sobre mí. De tener una misión, una función, de ser útil. Es lo único que quiero. Poder desempeñar un papel que me haga feliz. Poder llegar a sentirme orgullosa de mi misma”.

“La voz de mi orgullo trata de batallar contra todas mis dudas. Se hincha y pelea, y dice que ella cree en mí. Pero suena demasiado queda, demasiado incierta”.

“Solo quiero dejar atrás todo. Solo quiero olvidar quien fui y que la gente olvide también. Solo quiero empezar de nuevo. Solo quiero tener una vida normal. Solo quiero tener mi vida…”.

“No sabe todo lo que se me pasa por la cabeza y yo no sé cómo verbalizarlo. No se me da bien hablar de mis sentimientos. No sé si quiero hacerlo. No sé si quiero que vea a la persona que hay debajo del trabajado disfraz que me pongo frente a él.
Está bien si sigue creyendo que soy fuerte. Está bien si sigue creyendo que nada puede acabar con mi seguridad.
Hasta cuando esa seguridad no existe”.

“Aunque me gusta que se preocupe por mí, en realidad. Es una sensación cálida. Cuando alguien se preocupa por ti es porque le importas, ¿no es cierto? Y yo hacía mucho que no le importaba a nadie”.

“El suelo esta tan frio y duro como tu corazón”.


“-¿Por qué lo haces? –me pregunta de pronto. Lo miro sin comprender-. ¿Por qué disimulas? ¿Por qué te esfuerzas en tener esa apariencia tan imperturbable, cuando no eres así, muchacha de hielo?
Trago saliva. Porque así es más fácil parecer fuerte. Porque así es más difícil que me hagan daño. Porque así parecerá que no siento. Porque así no seré tan vulnerable. Porque así no verán todas mis fisuras.
Pero no lo digo”.

“No quiero que sepa que duele. Ni cuánto. No quiero que vea lo débil que soy. No quiero que vea las heridas; son solo mías. Tengo que soportarlas yo, nadie más. No quiero su lastima. No quiero la lastima de nadie”.

“-Escucha, Lynne… -comienza, dudativo-. A veces… podemos querer algo con todas nuestras fuerzas o… por simple capricho. Pero no significa que vayamos a ser más felices si lo logramos. ¿Has pensado en eso?
No entiendo lo que quiere decir. ¿Cómo puede ser una persona infeliz teniendo lo que quiere?”.

“No sirvo para nada. Ni siquiera para resistirme a mis propios deseos”.

“Era precioso. Me sentía completa. Me sentía viva. Me sentía… nueva. Como si nunca me hubieran hecho ningún daño. Confiaba en mí, en los demás. ¿Podré hacer eso de verdad algún día? Parece improbable, por mucho que trate de mantener la imagen de muchacha segura de sí misma”.

“Aunque él no lo sabe todo. Él no lo entiende todo. El no entiende que es tener dos voces enfrentadas en tu cabeza: la que está constantemente repitiendo lo que otros te han hecho creer y la que quiere sobreponerse a esos pensamientos sin conseguirlo. El no entiende que me da miedo no poder volver a soportar el toque de otra persona”.

“Me asusta no poder conseguir tener una vida normal por mucho que lo intente.
No quiero amor en mi vida, no lo necesito, pero me asusta no sentirlo. Me asusta que alguien me trate bien y no poder darme cuenta de que lo hace. Me asusta desconfiar demasiado del mundo como para no creer en lo bueno. Me asusta darme cuenta de que me he quedado vacía por dentro. Que solo queda lugar para la desconfianza y el odio, para los recuerdos amargos que me siguen acompañando cada noche en mis pesadillas. Ni siquiera se cómo responder a los gestos cariñosos de Hazan. Ni siquiera sé cómo demostrarles a mis compañeros que les he cogido cariño y que me apenara separarme cuando llegue el momento.
Se me ha olvidado como dar amor de la misma manera que me he olvidado de lo que era recibirlo”.

“No necesitas ningún… hechizo para hacer realidad todo lo que desees. Sé que tú puedes conseguirlo por ti misma. Sé que puedes ser todo lo que te propongas. No dejes… No dejes que nadie te haga creer lo contrario”.

“¿Cuánto hace que yo misma no creo en mí? ¿Cuándo empecé a olvidarme de mi misma para hacer caso a todo lo que otros me decían?”.

“Pierdo visión. Se enturbia. Se me nubla, Me apresuro a bajar la cabeza. Esto es ridículo. Yo no lloro. Hace mucho que deje de llorar. Hace mucho que se me acabaron las lágrimas. Hace mucho que me canse de mojar la almohada y de limpiarme el rostro. Hace mucho que deje de bañarme en mi propio llanto”.

“Me está abrazando. Me está abrazando como si fuese de cristal y fuese a resquebrajarme entre sus brazos si me aprieta demasiado. Me está abrazando con… ¿cariño? ¿Puedo despertar eso en alguien, siquiera? ¿Puedo alguien quererme, siendo como soy? ¿Siendo una muñeca de trapo rota a la que han recosido muchas veces para que tenga una apariencia bonita? ¿Por qué hace esto…? ¿Por qué me abraza? ¿Por qué parece que le importo? No lo merezco. No soy suficiente ni siquiera para esto”.

“No quiero llorar. No me hagas llorar. No hagas que me rompa ante ti. No hagas que te muestre esto. No quieres ver esto. No quieres ver todo lo que hay. No quieres ver el dolor y las heridas y el daño y el miedo. No me abraces porque descubrirás que se me ha olvidado como devolver un abrazo”.

“Quiero que me cure. Quiero que me ayude a creer en mí. Que me enseñe de dónde saca la idea de que yo puedo hacer grandes cosas. Que me diga cómo conseguir su seguridad. Que me haga valiente. Quiero convertirme de verdad en la persona que siempre finjo ser. Porque es más fácil ser ella que ser yo”.

“Quiero recordar de verdad lo que era abrazar y que te abracen. Quiero creer que aún tengo oportunidad para recibir cariño y darlo”.

“¿Con cuanta fuerza está permitido abrazar a una persona? ¿O cuanta fuerza es poca?”.

“Al final, lo más misterioso siempre acaba teniendo la respuesta más racional”.

“Como la clase de problema que nadie quiere tener, que llega sin que te des cuenta y se clava hondo antes de que puedas ser consciente. Una espina, quizá, que ya no puedes quitarte”.

“Porque ser fuerte no significa alzar una muralla, como ella lo hace. No significa cerrarse al mundo”.

“Las visiones de hadas son sustituidas por el sueño de un beso”.

“Pero no estoy acostumbrada al amor. No quiero que nadie me quiera. La idea de que los sentimientos del príncipe estén acercándose a eso me paraliza. No quiero hacerle daño. Yo no puedo quererlo. No puedo querer a nadie. No sé querer a nadie”.

“Son niños. Se supone que esto es lo que tienen que vivir, ¿no? Enamorarse, desenamorarse, sufrir por amor o creer sufrir… Disfrutar de esa sensación. ¿No es lo que les toca? ¿No tienen derecho a probarlo?”.

“Pero que algo vaya acabar no significa que no se pueda disfrutar de ello por el tiempo que dure”.

“¿Cuál de mis dos pensamientos es correcto? ¿El que evita daños o el que al menos te dejara el recuerdo de haberlo intentado?”.

“Si nunca le importaba a nadie. Si nadie me importaba a mí. No había sitio para esos sentimientos. Sigue sin haberlo. Si quisiera a alguien, le haría demasiado daño. No puedo querer a alguien sin quererme a mí misma. No puedo querer a alguien sin curarme antes todas las heridas”.

“Quizá debería decirle que sigo sin poder hacerlo. Que no me creo capaz de poder tener una relación de ese tipo porque no sabría cómo hacerlo. ¿Qué significa querer, de todos modos? ¿Cómo lo identificas? ¿Qué implicaciones y consecuencias tiene?”.

“Supongo que siempre hay un momento en el que creemos que somos invencibles. Un instante en el que nos olvidamos de la vida real, hasta que ella misma nos obliga a despertar”.

“Quiero tener una vida sola. Así nadie podrá hacerme daño. Así no podré hacer daño a nadie. Quiero que me olvide. No quiero ser importante para el de una manera que no se si puedo corresponder”.

“Pero no quiero, porque nos vamos a separar tarde o temprano, y entonces el dolor llegara de igual manera”.

“Hay silencios que se alargan hasta la eternidad. Que duelen por cada latido que desgastan. Por cada cosa que no se dice, pero se guarda. Por cada cosa que se entiende de ellos. Por cada miedo que despiertan.
A esos silencios hay que matarlos antes de que ellos te maten a ti”.

“¿Consuelo? No. Yo no necesito consuelo, El consuelo es para aquellos que han perdido algo. Yo necesito… alivio. Tengo la mente nublada. Quiero encontrar una distracción. Algo que me quite de la cabeza lo que nunca debía de haberse colado dentro”.

“Pero es mejor sentirse miserable que no sentir nada”.

“Me repito una y otra vez que no estoy dejando tras de mi nada por lo que merezca la pena luchar”.

“No te enamores. No merece la pena, complicar las cosas”.

“Lo único ruidoso aquí es mi cabeza llena de pensamientos que se repitan una y otra vez. La única relación sin futuro es la que mantengo conmigo mismo”

“Y es obvio que soy un necio por pensar así, ya que tu no sientes nada. Por supuesto, tú eres la chica de hielo. Pero a la mejor yo no soy de piedra, y tengo sentimientos, y algunos de esos son para ti”.

“No sé cuántas horas llevo llorando. No sé cómo algún recodo de mi almohada aún está seco. No sé cuántas lagrimas me pueden quedar”.

“Si le importase, habría pensado en mí. Si le importase, me habría preguntado qué era lo que yo sentía. Si le importase, habría afrontado la situación, en vez de salir huyendo y esconderse en una jarra de alcohol para luego decirme que no tenía sentimientos. Tengo sentimientos. Son los sentimientos, precisamente, lo que no me permite acercarme más a él. Tengo sueños. Tengo miedos. Le habría enseñado cada uno mis secretos si me hubiera preguntado. Le he enseñado mi vida entera, todas las cicatrices, todo el terror, pero no le han importado”.

“Fingir que nada te importa. Como si nadie pudiera ver lo que hay detrás cuando te pones la máscara. ¡Dejarte afectar no te va a hacer más débil, Lynne! ¡P-por eso dije que no tenías sentimientos! A veces parece que eso es lo que quieres que crea: que no sientes nada. Y no es fácil, ¿sabes? A mí me gusta cuando te ilusionas, cuando sonríes. Incluso cuando lloras. ¡Pégame! ¡Enfádate! ¡Apuñálame si quieres! ¡Pero no hagas eso! ¡No te hagas eso!
Él no tiene ni idea. Él no sabe porque lo hago. No sabe que esta es la única manera de sobrevivir que conozco. La única manera de no ser vulnerable”.

“Estoy cansada, Estoy dolida. Estoy vacía”.

“Confiaba en ti. Confiaba en ti de verdad. Confiaba en ti como… como hacia siglos que no confiaba en nadie. Podía ser esa persona contigo. Podía quitarme la máscara porque no tenía nada que temer, porque no ibas a hacerme daño. Es culpa mía. Es culpa mía por confiar en ti. Es culpa mía por pensar que eras diferente”.

“¿Miedo? ¿Tu? ¿De qué?
De demasiadas cosas. De que me quisieras. De no poder quererte. De separarnos, De echarnos de menos. De que nos hiciésemos demasiado importantes y demasiado daño.
De todo por lo que tú no has tenido ningún miedo antes”.

“El amor no es pertenencia, el amor debería de ser libertad”.

“No me reconozco, y tengo miedo de seguir cambiando. Y, a la vez, quiero cambiar, porque aunque este no sea yo, creo que soy mejor desde que te conozco. Es… es la sensación más confusa que jamás he tenido. N-no sé cómo explicarlo”.

“El problema es… todo lo que hemos callado. Todo lo que no hemos dicho, durante demasiado tiempo, escudándonos en la comodidad de las bromas y el despiste. Yo sabía que le atraía y nunca se lo hice notar.  Él tampoco me lo confeso.
Hemos sido dos cobardes con demasiado miedo de enfrentarnos mutuamente.
Tal vez ahora tengamos la oportunidad de entendernos de verdad. No tenemos muchas más opciones. Es quitarnos el disfraz por completo o no volver a vernos, porque hagamos lo que hagamos ya no vamos a volver a ser los mismos. Podemos salvarlo o tirar todo por la borda”.

“Sé que no te quieres a ti misma, Lynne. Sé que te han hecho mucho daño y que… han metido en tu cabeza ideas que, simplemente, no son verdad. Y que no es fácil luchar contra ellas. Pero aunque tú no te quieras a ti misma, yo… yo podría hacerlo por los dos, hasta que aprendas”.

“-¿Por qué te has llamado cobarde?
-¿Cómo llamas a alguien que trata de olvidar con una botella? ¿Qué trata de no pensar en los problemas de esa manera porque así todo es más fácil, en vez de afrontarlos? No sabía cómo hacerlo”.

“Todos tenemos nuestra manera de evadir de la realidad cuando esta no nos gusta. Puede que él lo haya hecho con una botella, pero yo no fui mucho más valiente, escudándome tras mi silencio”.

“No sé si yo puedo querer a alguien, Arthmael. Y tenía miedo porque… nos haremos más daño”.

“Realmente quería no tener miedo y… y hacer como los niños, y disfrutar de lo que durase, incluso si luego dolía”.

“Aunque hay algo que tengo claro. Sé que no puedo arrastrarlo al caos que soy y que, es evidente, aún no ha visto de verdad. Si lo hubiera visto, no tendría el valor de decir que me quiere. No hay nadie que pueda querer este desastre”.

“Sé lo que no quiero hacer, Arthmael. Y no quiero hacerte daño. Tú… tú no sabes lo que hay debajo. Tú no sabes… el miedo, y la inseguridad, y la sensación de que da igual lo que haga, jamás seré suficiente. Para nadie. Ni siquiera para mí misma. No sabes lo que es tener una voz en tu cabeza que siempre está dispuesta a recordarte que no has sido nada toda tu vida. Que seguirás sin serlo”.

“Pero me lo he creído, porque es más fácil creer que no significo nada, puesto que eso es lo que me han enseñado toda mi vida, que creer que puedo ser importante”.

“No quiero depender de nadie… no puedo. No quiero ser tan débil..”.

“Compartir tus problemas con alguien no te hace depender de esa persona, Lynne. Significa que tienes alguien a tu lado. Y mientras puedas confiar al menos en una persona, serás un poco más fuerte para hacer lo que te propongas”.

“Dos mundo diferentes pueden chocar en algún momento, pero no pueden coexistir de verdad.
Dos mundos diferentes pueden crear un tercero completamente nuevo”.

“La justicia no se imparte matando sin más”.

“Puede que haya perdido mucho. Puede que tenga un montón de heridas. Puede que mi vida no haya sido justa. Puede que todavía duela. Puede que nunca deje de doler.
Pero todo lo que he vivido me ha llevado hasta aquí. Me ha hecho ser quien soy. Me ha dado ganas de luchar. Me ha dado un sueño que quiero cumplir a toda costa. Me ha hecho conocerlo.
Si olvido todo lo malo… perderé para siempre lo bueno”.

“No existe futuro sin pasado. Olvidar no es superarlo. Olvidar es de cobardes.
No quiero ser una cobarde”.

“Ha merecido la pena todo el dolor, todas las lecciones que he tenido que aprender, incluso si estas a veces han sido demasiado duras”.

“Las cicatrices están ahí, aunque no se vean, y cada vez que tengo un atisbo de todo lo que hay debajo de la piel me entra el pánico. Me pregunto cómo alguien tan herido ha podido sobrevivir, y me aseguro que eso es prueba de todas las cosas maravillosas, de todas las cosas grandes que está destinada a hacer”.

“Nadie debería dejarlo todo por otra persona. Eso es engañarse. Eso es condenarse”.

“Los héroes siempre dejan a su paso un gran romance…”.

“No quiero una historia de un mes. Quiero un cuento para toda la vida”.

“Nadie me dijo que enamorarse sería tan doloroso”.

“Y quizás eso sea lo peor. Sentir la amargura de algo que sabes que no tiene futuro, pero aferrarte con todas tus fuerzas para retrasar lo inevitable”.

“A veces, los sueños tienen un precio demasiado alto”.

“Los mejores héroes siempre pasan también por alguna traición”.

“Los chicos buenos no mienten a sus amigos. Bajo ninguna circunstancia”.

“Los héroes siempre ganan enemigos”.

“Mi padre es el rey, y los reyes no se rigen por las mismas leyes que los demás mortales”.

“El futuro no es inamovible… No puede serlo”.

“Todos tenemos miedo alguna vez. Aceptarlo y enfrentarlo es lo que nos hace valientes”.

“Soy un inútil. Soy débil, Soy un niño malcriado y perdido. Hay gente que esta muchísimo peor ahí afuera, y yo me hundo en la autocompasión en cuanto algo no sale como yo quiero”.

“He aprendido que a veces las cosas no salen como queremos. Que no podemos ponernos en pie de guerra por cada problema que tengamos. Aunque duela, aunque sea lo más difícil que hemos tenido que hacer jamás”.

“Es como si las palabras tuvieran un poder curativo. Como si me llenaran de alivio, porque si va acabar, si no hay nada que yo pueda hacer, al menos que acabe bien. Que sepa lo que nunca le dije: lo mucho que lo quiero y lo admiro.
Lo mucho que lo voy a echar de menos”.

“Los pobres nunca tenemos nada especial, mientras que los nobles retozan ente facilidades y lujos”.

“Las princesas siempre esperan a sus caballeros en los cuentos. ¿Por qué no intercambiar los papeles?”.

“Podrían pasar años… Podría no suceder nunca… Podría… fracasar.
Porque podría hacerlo. Hay mil cosas que pueden salir mal. Aunque vaya a luchar por ser la mujer que aspiro a ser, aunque quiera demostrar al mundo que las mujeres también podemos hacer grandes cosas y a mí misma que yo puedo hacerlas, es posible que el mundo me dé la espalda una vez más. Puedo fallar”.

“¿Solo porque quiero esforzarme? A veces no es suficiente”.

“Y si, puede que sea un poco egoísta, pero si no lo eres tú, otros se adelantaran y acabaran haciéndote daño”.

“Odio las despedidas. No recordaba lo que eran y ahora desearía no tener que haberlo recordado nunca. Aunque despedirse con pesar significa que has encontrado algo lo suficientemente importante como para no querer desprenderte de ello”.

“Las buenas acciones deben ser recompensadas en la misma medida que los crímenes han de ser castigados”.

“Lo observo, dudativa, avergonzada, pero me doy cuenta de que esta es la única oportunidad real que tengo de comenzar a luchar por lo que quiero. ¿Cómo de estúpido seria desaprovecharla? El mundo no me lo ha puesto fácil hasta ahora, así que ¿Por qué no coger la mano que al fin me brinda?”.

“Cojo aire y alzo la barbilla, mostrándome digna. Segura de mi misma. Confiada, aunque por dentro me esté muriendo de miedo”.

“El camino fácil no siempre es el adecuado; de hecho, rara vez te aporta nada más que una falsa y pasajera satisfacción”.

“El dolor se ha convertido en un entumecimiento tras mis ojos, que puedo ignorar la mayor parte de la jornada y recordar solo cuando me voy a dormir”.

“Me recuerda a una de las damas nobles de los cuentos, frágil y dulce, con voz suave y modales exquisitos”.

“Borra esa sonrisa de bobo de tu cara. Alguien podría verte babear y te perderán el respeto”.

“Dejo de tener miedo. Dejo de pensar en todo lo que puedo perder y pienso en todo lo que puedo ganar”.

“Pienso en todo lo que tengo entre mis manos por primera vez en mi vida: un futuro, alguien que me quiere, ganas de luchar.
Felicidad.
Justo al alcance de mi mano, sonriéndome, diciéndome que esta es la recompensa por no haberme rendido después de tanto dolor. Solo tengo que pelear un poco más. Solo tengo que esforzarme un poco más.
No puedo esperar a hacerlo”:

“¿Quién puede sentir placer con una cosa así? ¿Qué clase de mente perturbada golpea a alguien por el simple gusto de hacerlo?
Un hombre que es menos que un animal, me respondo. Un hombre que merece esa agonía que ha causado multiplicada hasta el infinito”.

“El mundo es sangre.
Y eso me gusta”.

“Una asesina. Tal vez eso sea para lo que estoy hecha. Tal vez eso sea para lo único que valgo.
Para matar”.

“Temen acercarse de nuevo a algo que aman solo para que nos lo vuelvan a quitar. Solo para que nos vuelvan a hacer más daño al perder”.

“Todo está bien. Puedo hacer esto. Puedo olvidar. Puedo aprender otra vez. Puedo hacerlo. Tengo que hacerlo”.

“Que ya no tengo miedo de querer, porque, aunque ha dolido todavía mas por haber conocido el cariño de verdad, sería mucho más triste no haberlo sentido nunca”.

“Al final, todos los males del mundo se reducen a eso: gente que paga, mata o manipula por tener el control sobre los demás, sin darse cuenta de que lo más elemental, lo que les haría más felices, seria simplemente tener control sobre sí mismos”.

“Cualquier persona desesperada es capaz de hacer lo que sea por el precio necesario”.

“La pena mueve al mundo. La pena genera amor”.

“El mundo se mueve con fuerza de voluntad. Luchando. El mundo se sigue moviendo día a día porque hay gente lo suficientemente decidida como para seguir creyendo, incluso si todo se pone en contra”.

“No voy a atarme a él, a sacrificarme porque lo haya llevado en mi vientre por unas cuantas lunas. No pienso cargar con una criatura en mi nueva vida: requiere una atención que no le podre dar, querido. Supongo que no todas las mujeres estamos hechas para ser madres, pese a lo que vosotros penséis”.

“Sonríe. La suya es la sonrisa de la victoria que sabes que ya has conseguido antes de luchar”.

“Supongo que no siempre se puede ganar. Supongo que la justicia no siempre funciona.
Pero eso no significa que no siga dejando un sabor amargo en la boca”.

“Los reyes no nos ponemos nerviosos”.

“Nunca volveremos a ser eso. Y quizá no lo necesitemos: tal vez la clave este en poder afrontar los cambios, en superarlos”.

“Estas dos últimas lunas he estado encontrándome a mí mismo.
Quizá de eso se trate. Quizá por eso lo hacían los antiguos caballeros. No por la fama, no por la gloria, los monstruos, la lucha o las princesas. Ni siquiera por la justicia.
Quizá todo se reduzca a conocerte. A sentirte orgulloso de quien eres. A saber verte como te ven los demás.
Con inseguridades y todo, quizá se reduzca a saber ser humano”.

“Los recuerdos no van a desaparecer, van a continuar ahí. Las pesadillas, probablemente, también tarden en desvanecerse”.

“Tengo otras cosas que hacer. Tengo cosas que demostrar. Tengo destinos a los que llegar. Tengo un futuro.
Nunca podre cambiar lo que fui, pero está en mis manos convertirme ahora en lo que quiero ser”.

“Pero también sé que me esperan grandes cosas. Sé que ahí fuera me espera todo un mundo. Sé que la distancia es un paso más para cumplir un sueño”.


Definitivamente tengo unos deseos exorbitantes de leer la segunda parte, estoy segura de que no me defraudara y de que la historia volverá atraparme como lo ha hecho esta primera parte. Ambas escritoras han logrado cautivarme, han logrado encantarme con sus historias, personajes y ambientación, por lo que sin duda alguna estoy dispuesta a darle una oportunidad a todos sus trabajos pues algo me dice que serán sumamente geniales. “Sueños de piedra” ha sido una historia hermosa que me ha dejado con una experiencia inolvidable, especialmente cuando he logrado identificarme tanto con uno de sus personajes, es de esas historias memorables por los diversos mensajes que nos obsequia.  

Veredicto:

Si eres amante de las historias de fantasía, con personajes excepcionales, una ambientación atrapante y  llena de mensajes motivacionales, entonces “Sueños de piedra” es para ti. Aunque si debo de ser sincera, creo que es un libro que cualquier lector podrá llegar a amar, pues es de ese tipo de libros que te dejan una buena experiencia.  


Sobre las escritoras: 
Iria G. Parente (1993) y Selene M. Pascual (1989) son dos jóvenes autoras de Madrid y Vigo respectivamente. En 2012 escribieron su primera novela juntas, Pétalos de papel, que colgaron gratuitamente en Internet. En 2014 publicaron Alianzas: Cuentos de la luna llena (Everest) y, un año después, Sueños de piedra (Nocturna), que cosechó un gran éxito y será adaptada a la novela gráfica en 2017. Su último libro, Títeres de la magia (2016), cuenta con una trama independiente ambientada en el mismo mundo que Sueños de piedra.




Títeres de Magia es la segunda parte de esta Trilogía. Se estreno el 12 de Septiembre 2016.


Summer

9 comentarios:

  1. Hola!!
    Lo tengo pendiente desde hace bastante tiempo, a ver si me animo.
    Un saludo :)

    ResponderBorrar
  2. Hola! En cuanto lo empecé no pude parar de leer y es que me pareció una historia preciosa pero también muy dura. Para mi es de esos libros que por mucho tiempo que pase, sigues recordando con mucho cariño.
    Besos!

    ResponderBorrar
  3. ¡Hola!

    Coincido contigo prácticamente en todo lo que has dicho. Tiene mensajes muy bonitos, y un romance que aunque puede llegar a ser bastante cursi, no cansa ni empalaga, y eso que yo tampoco soy de las que tolera mucho las relaciones amorosas, y personajes bien construidos. De todas formas me llevé un chasco con este libro. No sé, esperaba otra cosa, como mucha más fantasía e intrigas y sangre... culpa mía por no enterarme bien de qué iba el libro xD

    ¡besos!

    ResponderBorrar
  4. Ay, qué linda reseña. Y me viene genial porque es uno de los libros que quiero conseguir ahora cuando viaje a Argentina, que ahí seguro está. Me gustó mucho leer tu opinión! Tampoco soy muy del romance :P
    Un besote!

    ResponderBorrar
  5. A mí me gustó pero no como para seguir leyendo a las autoras, quizás tenía demasiado altas las expectativas :(
    Un beso, nos leemos.

    ResponderBorrar
  6. Hola.
    Yo leí el libro por una lc y me gusto muchísimo.
    Ahora tengo pendiente rojo y oro, haber que tal.
    Saludos.

    ResponderBorrar
  7. hola! un gusto conocerlas y compartirlas, debemos leerlas asi que tu entrada queda pegadita al muro, saludosbuhos y muy buena entrada, lindo lo que cuentas.

    ResponderBorrar
  8. Hola
    La verdad he leido entre párrafos, no he querido enterarme de mucho, porque es un libro que sigo queriendo leer pero no enterarme mucho más de lo que dice su sinopsis, porque a mis oídos ha llegado que es muy bueno y pues me ha entrado la cosa de leerlo sin tener tantas opiniones sobre el.
    Pero veo que en general te ha gustado, me alegra.
    Saludos
    Ataque Friki

    ResponderBorrar
  9. ¡¡Hola!! Me gustó mucho tu reseña :) :) No conocía la novela pero la voy a tener en cuenta para mis próximas lecturas, ¡¡nos seguimos leyendo!! ¡Saludos!

    ResponderBorrar