Título Original: Títeres De La Magia (Marabilia #2).
Saga: Marabilia - 2° de 4.
Autoras: Iria G. Parente & Selene M. Pascual.
Editorial: Nocturna Ediciones.
Colección: Literatura Mágica.
Fecha de Publicación: Septiembre 2016.
ISBN: 9788494527739.
N° de Páginas: 521.
Goodreads
Sinopsis: Los nigromantes de la Torre de Idyll no son como dicen los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, sólo se estudia entre libros y hechizos. Clarence, que siempre ha vivido ahí, adora esa calma. Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella. Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aun si el precio a cambio es uno mismo.
Gracias a Lecturalia por el ejemplar para esta reseña.
Opinión Personal:
Advertencia: Esta reseña puede contener spoilers.
Si mi memoria no me falla justo hace un año leí “Sueños de
Piedra”, recuerdo que el libro me enamoro y que estaba sumamente interesada en
leer más de las autoras porque no solo me había encantado su pluma, también me
había gustado el hecho de que su libro contuviera tantas frases inspiradoras.
Desde que tuve en mis manos Títeres de la magia, fui consciente de que esta
entrada sería una lluvia torrencial de frases. Esta segunda parte ha sido igual
de maravillosa que la primera, aunque en esta ocasión me hizo falta algo para
poder darle la mayor calificación, pero aun con ello no deja de ser una
maravillosa historia con extraordinarios mensajes.
Después de tres años de vivir aventuras y conocer a Arthmael
y Lynne, Hazan se encuentra estudiando en la torre de los nigromantes. En ese
lugar sigue aprendiendo sobre la magia,
gracias a su tutor Clarence, quien en un futuro será el heredero y director de
la Torre. Lo que Hazan ignora es que su tutor siente una fuerte atracción por
el desde hace tiempo, aunque la única que está consciente de esto es Ariadne,
la mejor amiga de Clarence. Pronto las cosas comenzaran a complicarse para los
nigromantes, cuando Lynne, la gran mercader, les haga saber que en gran parte
de Marabilia se han distribuido venenos mortales de los que hasta ahora, ni
siquiera ellos han sido capaz de encontrar una cura o al menos una explicación.
Es así como los maestros de la Torre, decidirán enviar a su
sobrino, Clarence, en la búsqueda de los ingredientes que conforman dichos venenos
para poder encontrar una cura. A pesar que los nigromantes solo piensan en
mantener su Torre y que nadie piense que no son capaces de lograr cualquier
cosa, Clarence, Hazan, Lynne, Ariadne y Arthmael se embarcaran en la búsqueda
de los venenos con un único objetivo: evitar que más gente siga muriendo. Su
camino comienza sin complicaciones, pero más pronto de lo que habrían o deseado
las cosas comenzaran a complicarse, pues no solo deberán enfrentarse a los
creadores de las pócimas mortales, también deberán enfrentarse al dolor que
traerá descubrir la verdad, así como ciertos peligros que aquel viaje les
traerá.
Sin embargo no todo quedara ahí, pues los sentimientos entre
Clarence y Hazan podrían desarrollarse, después de que el tutor en un momento
de estrés le haya declarado a su aprendiz los verdaderos sentimientos que tenía
hacia él. Aunque no sea la única prueba a la que el maestro nigromante deberá
enfrentarse, al descubrir en lo único que pensaba era en sí mismo y en la
comodidad de estar entre las paredes de la Torre, por lo que deberá afrontar el
hecho de que quizás, había estado viviendo en una burbuja llena de mentiras.

encantado y temía que este terminara decepcionándome, por fortuna no sucedió eso, aunque si me falto un poco más de acción, puesto que en Sueños de piedra vemos a los protagonistas enfrentarse a muchos obstáculos y bestias, probablemente por ello en esta continuación me hizo falta ver más confrontaciones con criaturas o bestias, aunque el villano es bueno, creo que sí, me quedo debiendo un poco más de acción, al menos desde mi perspectiva.
Algo que me gustó mucho fue el hecho de que a pesar de que
afortunadamente contamos con la participación de los protagonistas de la
primera parte, el libro se puede leer igual de forma independiente si aún no
has leído la primera parte.
En esta historia se nos presenta la oportunidad de conocer más a fondo la historia de Hazan, pues no conocimos mucho de el en el libro anterior, también nos otorga conocer más sobre la magia, los nigromantes y las vidas así como consecuencias de los magos y hechiceros.
En esta historia se nos presenta la oportunidad de conocer más a fondo la historia de Hazan, pues no conocimos mucho de el en el libro anterior, también nos otorga conocer más sobre la magia, los nigromantes y las vidas así como consecuencias de los magos y hechiceros.
La relación entre Hazan y Clarence me gustó mucho, aunque aún
tengo un poco de conflicto por la forma en que Hazan se da cuenta de sus
sentimientos hacia su tutor, no sé, personalmente me hubiera gustado que se
diera poco a poco, siento que la situación se dio de una forma apresurada.
Lo que se puede destacar nuevamente es el apoyo a las relaciones fuera de los estándares establecidos, pues el romance principal es entre dos chicos, y es un punto que me gusta más de las autoras, que no solo hacen una relación hermosa, también nos dan un romance de aceptación y amor propio. Me gusto el hecho de que nunca criticaran a Hazan por su relación con Clarence, que lo vieran de forma normal, porque bueno, es completamente normal, y que incluso Arthmael fuera lo suficiente maduro para ser consciente de la orientación sexual de dichos personajes y jamás hiciera un comentario despectivo, o algo similar.
Lo que se puede destacar nuevamente es el apoyo a las relaciones fuera de los estándares establecidos, pues el romance principal es entre dos chicos, y es un punto que me gusta más de las autoras, que no solo hacen una relación hermosa, también nos dan un romance de aceptación y amor propio. Me gusto el hecho de que nunca criticaran a Hazan por su relación con Clarence, que lo vieran de forma normal, porque bueno, es completamente normal, y que incluso Arthmael fuera lo suficiente maduro para ser consciente de la orientación sexual de dichos personajes y jamás hiciera un comentario despectivo, o algo similar.
Clarence me pareció un chico muy seguro de sí mismo, que al
mismo tiempo dicha seguridad puede deberse a que jamás ha salido de la Torre y
que de cierta manera, por ese mismo detalle ha vivido todo el tiempo en una
burbuja, pero me gusta que a lo largo del libro muestra que puede romperse como
cualquier ser humano, y que también, aun con todas las decepciones que se
lleva, logra salir adelante, aunque en ocasiones sea muy necio.
Podemos ver que Hazan ha madurado mucho desde que lo vimos por última vez, incluso creo que podría ser el personaje que más enseñanzas nos da en esta historia.
La química de Lynne y Arthmael sigue igual de perfecta, la interacción entre esta pareja es sumamente agradable. Me encanto el papel que desempeñan los tíos de Clarence, aunque Archibald me desquicio un poco por su forma de pensar.
Podemos ver que Hazan ha madurado mucho desde que lo vimos por última vez, incluso creo que podría ser el personaje que más enseñanzas nos da en esta historia.
La química de Lynne y Arthmael sigue igual de perfecta, la interacción entre esta pareja es sumamente agradable. Me encanto el papel que desempeñan los tíos de Clarence, aunque Archibald me desquicio un poco por su forma de pensar.
Pero sin lugar a dudas mi preferida fue Ariadne, me cautivo
de principio a fin, es un personaje fenomenal, súper fuerte y un personaje
femenino admirable, a pesar de ser una
persona ególatra logro ganarme porque en pocas palabras, es un personaje
sumamente memorable y extraordinario. Si bien el villano me gusto, especialmente por las razones que tenia para hacer lo que hizo, me habría
gustado ver un villano que abarcara más historia, que los hiciera sufrir un
poco más.
“A todos los que se sienten perdidos o tienen miedo de
avanzar sin saber a dónde llegaran. Vosotros también podéis ser héroes”.
“Érase una vez…
La fórmula inicial era siempre la misma y yo creía que, si
el cuentacuentos la cambiaba, algo horrible pasaría. Tal vez fueran palabras
mágicas para invocar el poder de la imaginación. Tal vez fuera un amuleto para
evitar que los males de las historias llegaran a nuestro mundo: caballeros
negros, piratas, dragones, quimeras… Me asustaba que los monstruos de los que
mi hermana hablaba —algunos con forma humana, otros no tanto— fueran reales,
pero ella siempre parecía conseguir mantenerlos alejados con aquella frase que,
al cabo de un tiempo, yo mismo empecé a pronunciar a la vez que ella.
Érase una vez…”.
“Yo lo único que realmente ansiaba descubrir en el cuento
era la magia. El hada madrina o las palabras secretas que podían cambiar el
mundo entero. La copa de la que, si bebías, estabas obligado a cumplir todas
tus promesas o el gran libro que contenía escrito el Destino. Yo buscaba la luz
de la luna llena, que rompía el encantamiento, o los Elementos, esquivos como
sombras o una fuerza incontrolable”.
“Los que forjan las leyendas son los héroes, la gente de la
realeza y los mortales que se cruzan con la magia por casualidad, no los que
anhelan y conviven con ella”.
“No se parece a ninguna de las heroínas de las que hablan
las historias. De pequeña pudo ser una niña dulce y feliz, pero los años la han
convertido en una joven seria y orgullosa. No me la imagino a lomos de un
caballo ni con una espada en la mano”.
“Greta, al fin y al cabo, no se graduó con honores y antes
de tiempo viviendo aventuras, sino esforzándose y dejando el mundo real a un
lado para sacrificar cuanto tenia por la magia y el saber”.
“Lo dijo con algo que parecía repulsión… No: miedo. Los
nigromantes tienen el poder de ver más allá de la piel y la carne. Por ejemplo,
todos tenemos un aura a nuestro alrededor en la que es posible leer nuestros
sentimientos, nuestros secretos más ocultos. Ellos interpretan sus colores y sus formas y aprenden a ver lo
que nadie quiere desvelar. Por eso mi hermana se asustó. Ser capaz de ver en el
corazón de la gente implicaba conocer más de ella. Y eso la aterraba, pues
Greta siempre se esforzaba por mantener el control de todo”.
“Cuando una puerta se cierra, siempre hay un pasadizo
secreto que puedes abrir”.
“Intento que no suene como si me lamentase, pero lo cierto
es que da la impresión de que estoy autocompadeciéndome. Y lo detesto. Al Hazan
niño, ese que soñaba con grandes trucos de magia, le decepcionaría mucho verme así.
Ver en lo que me he convertido. Quizá le hubiera gustado más el chico que llego
a esta torre hace tres años, sin incertidumbre, con la ilusión de un chiquillo
y la inocencia de quien cree que puede cambiar el mundo”.
“El tiempo es irrelevante. Cada persona tiene un ritmo de aprendizaje
distinto que no la hace mejor ni peor que las demás”.
“Sus palabras me aburren. Es como si ya no tuviéramos nada
que decirnos”.
“Bueno, me parece bien. Una pareja es una distracción que no
puedes permitirte. Apártate de las chicas: a tu edad, solo te abstraen de cosas
importantes”.
“—¿Habéis terminado ya? —interviene Ariadne. La veo poner
los ojos en blanco.
—Ah, ¿venias a algo más que contonearte y a dejar que el sol
en tu pelo deslumbre a los aprendices? —inquiere Clarence. Y aunque lo diga en
broma, la verdad es que la luz del sol la hace parecer más delicada y transforma
sus cabellos en una especie de aura dorada en torno a su cabeza. Con sus ojos
claros y su piel de porcelana, casi parece una muñeca. Una vez oi a uno de los
veteranos decir que tenía sangre de hada y que en las noches de luna llena le
brotan dos alas traslucidas de la espalda. Supongo que solo es una historia
más, pero eso explicaría ese aire de encanto que parece rodearla, como si
estuviera haciendo magia todo el tiempo.
—No me hace falta salir para deslumbrarlos: lo hago todo el
rato”.
“Cierro los ojos y muevo los labios, sin pronunciar las
palabras, pero sintiéndolas sobre la lengua y bajo la piel como si fueran un
hechizo. Un amuleto que me protegerá contra todo lo que ocurra:
Érase una vez…
Hubo un tiempo en que a ese comienzo le hubiera seguido una
historia”.
“Sé que a ti no te incomodan las declaraciones porque tu
grandísimo ego las colecciona”.
“Tampoco creo que ella se permitiese compartir su tiempo con
alguien menos excepcional: podría dañar su reputación de excelentísima y
todopoderosa nigromante”.
“Solo digo que deberías hacer lo que quieras, en vez de
valorar tanto las posibles consecuencias”.
“Ella nunca mira atrás, al pasado”.
“Ari asiente antes de marcharse por el pasillo, con la
barbilla alta y sus andares elegantes. Un grupo de jóvenes aprendices no le
quita el ojo de encima cuando pasa por su lado, y sé que es perfectamente
consciente de ello. Le encanta que la admiren. Si algún día su ego sale de su
cuerpo y toma forma propia, será el primer gigante conocido en Marabilia”.
“Solo pensaba en que algún día tropezara por no fijarse por
dónde camina, de tanto andar con la cabeza bien alta para que todos la adoren.
¿Estáis seguros de que la queréis como futura Maestra? Le gusta tanto que la
idolatren que cualquier día irá y repartirá pociones de amor a los aprendices”.
“Al menos, puedo aprovechar. Los dulces de chantajes siempre
son los más ricos: se esfuerzan en que sean de calidad”.
“No me gusta esta charla que no deja de recordarme toda la
tristeza y la renuncia que rodea a todos los miembros de mi familia, como si
este lugar nos reclamara para si por completo. A veces odio la Torre. Cuando
pienso que se llevó a mi padre o que Anthea tuvo que renunciar al amor por
quedarse aquí o que entre estos muros Archibald perdió a la única persona a la
que ha amado y a la que apenas pudo llorar. Cuando recuerdo todo eso, no me
extraña que la gente de fuera vea a los nigromantes como malditos. Quizás, en
el fondo, lo seamos”.
“En ocasiones también me planteo por qué debo quedarme aquí
y aceptar esa vida solitaria por la que toda mi familia se ha decantado. A
veces me pregunto si de verdad merece la pena dejarlo todo por este poder, si de verdad merece la pena
ser lo que siempre se ha esperado de mí… Si de verdad deseo esto o, en el caso
contrario, por qué no hago nada para evitarlo. A veces, por la noche, me
despierto tras pesadillas que me auguran algún destino terrible”.
“Estamos donde estamos, somos lo que somos, por todo lo que
hemos peleado por este lugar. Porque siempre hemos sido los mejores”.
“Venenos sin antídoto.., ¿Por qué alguien se lucraría con
eso, con el daño ajeno? ¿Por qué hacerlo de tal manera que ni siquiera nosotros
podamos hacer nada?”.
“La responsabilidad de los que dominamos la magia es ayudar
a la gente con ella”.
“Me inclino para coger el ultimo pastel de la mesa,
observando a mis tíos. Una vez más, han hecho conmigo lo que han querido.
—Al menos, los sueños me guiaran lejos de vosotros”.
“El ultimo bocado sabe al principio de una aventura que no
estoy seguro de querer vivir”.
“Los días en las Torres tienen su propia rutina, como un
cuento condenado a repetirse de boca en boca”.
“Todos sienten curiosidad por los nigromantes, pero
prefieren mantener las distancias. Al fin y al cabo, se supone que somos gente
oscura y peligrosa, que hacemos sacrificios y arruinamos finales felices”.
“A pesar de la afrenta, me echo a reír y lo abrazo, a lo que
él responde revolviéndose y poniéndome la mano en la frente para intentar
apartarme.
—¡Quita, quita! —gruñe, aunque sus ojos destellan con
diversión”.
“Sabe lo mucho que los echaba de menos y las ganas que tenia
de abrazarlos, porque a veces las cartas no son suficientes”.
“Hasta los reyes han de retractarse alguna vez”.
“Se trata de que me siento traicionado. Tendría que
habérmelo dicho. Es lo mínimo. Soy su amigo”.
“Quizás el conozca la teoría del mundo; sin embargo, no ha
vivido la práctica”.
“No me importa. Quiero hacerle daño. No es justo que sea el
único al que le duela. Y él, de todas formas, tampoco me está tratando como me
merezco”.
“He aquí la lección de hoy, aprendiz: a veces hay secretos
que es mejor no descubrir”.
“Los primeros besos son los que significan algo”.
“Lo que quiero decir es que ahora al menos la situación está
sobre la mesa. Míralo de esta manera: ¿Qué es peor, los momentos previos a un
examen o el momento de hacerlo? Cuando ya está hecho, no tienes que preocuparte
de lo que sabes o no; los nervios previos, la incertidumbre de cómo será… Todo
eso desaparece”.
“Quizá por eso nunca le dije lo que sentía. Porque sabía
perfectamente cuál sería la respuesta, aunque no quería escucharla. Supongo que
siempre he participado solo en las batallas que puedo ganar, y por eso nunca he
salido de esta Torre. Porque aquí soy poderoso, pero no sé qué me depara el
exterior”.
“Nunca he conocido a ninguna otra persona para la que un
beso signifique tan poco como para ella. Para Ari, no son cuestión de atracción
o deseo, ni siquiera tienen que ver con el amor romántico. Son un juego y una
manera más de demostrar cariño. Nunca han significado más”.
“Hazme caso; el rechazo puede ser liberador”.
“El rechazo con amor no suena a nada que parezca liberador”.
“Me gustaría que cambiase algo. Me gustaría que él me
correspondiese. Pero, si no puede hacerlo, me gustaría que las cosas siguiesen
tal y como estaban. Era mejor tenerle lejos, pero muy cerca, que tenerle cerca
y terriblemente lejos”.
“Nada va a cambiar. Ni para bien… ni para mal. Todo seguirá
como hasta ahora”.
“No puede doler para siempre, ¿verdad? Mucha gente sufre de
mal de amores. No hay pociones que puedan curarlo, pero dicen que el tiempo lo
remienda. Si les ha pasado a otros, también me pasara a mí. Me recuperare. Solo
es un muchacho”.
“Somos nigromantes, aunque ni siquiera nosotros podemos
combatir contra las leyes de la naturaleza. Pese a lo que dicen las leyendas,
ni siquiera nosotros podemos devolver la vida a aquello que ha muerto”.
“Cuanto dolor. Que horrible son las muertes antes de tiempo.
Las muertes estúpidas, sin sentido. Las muertes injustas… Aunque supongo que la
muerte no entiende nunca de justicia.
Que frágiles somos los humanos”.
“Yo mejor que nadie entiendo lo que ocurre cuando damos lo
mejor que podemos ofrecer y, aun así, no es suficiente”.
“Durante toda mi vida en la Torre, solo he tenido una
seguridad: la magia existe para ayudar a la gente. Nuestra aptitud, nuestro
don, debe usarse para hacer del mundo un lugar mejor. Con magia, las cosas son más
fáciles. Con magia, las posibilidades son infinitas. Con magia, no hay límites.
Con magia, hay vida.
Pero la magia no siempre es suficiente”.
“No es racional morir de repente, que todo se detenga en un
momento. No es racional tener el poder de salvar a alguien y no conseguir
hacerlo”.
“Si fuera mejor… Si fuera… más fuerte. Si fuera más
poderoso. La magia existe para ayudar a la gente. Entonces, ¿Por qué no ha
bastado con mi magia? Pensé que lo haría… Que podía hacer con ella cuanto
quisiese.
Bienvenido al mundo real, Clarence.
Tengo ganas de echarme a reír. Vaya, así que esta era mi
lección. No se trataba de ser poderoso, de poder protegerme a mí mismo. Se
trataba de darme cuenta de que aquí fuera las cosas no funcionan como en la
Torre. Aquí fuera no puedo ayudar a todo el mundo. Y todos lo saben, menos yo”.
“Alguien que no cree en el propósito de la magia, del poder,
sea ayudar a la gente, sino ayudarle a lucrarse.
Alguien despreciable”.
“Nunca me había parado a pensar en cómo era ver morir a
alguien. Aunque la muerte es un ave rapaz que planea por encima de mi familia,
que me quito a mis padres y que le arrebato a Archibald la mujer a la que
amaba, nunca me había planteado lo que era morir. O morir a destiempo.
A mí la muerte no podía tocarme, porque ya me había quitado
demasiado y porque nunca conocí lo que se llevó”.
“Nadie me llevo a ningún entierro, supongo que para
protegerme de tanta tristeza y dolor”.
“No podemos salvar a todo el mundo. La gente muere”.
“El destino es algo que conviene no suponer. No creo en él,
Clarence; creo en los hechos”.
“Pero los hechos también prueban que la vida continua tras
la muerte. Quizás el error seria interrumpir la vida que está por llegar”.
“A veces me gustaría ser como Ariadne, porque nada escapa
nunca a su control. Sabe mantener la calma incluso cuando nadie más lo haría y
es tan consciente del mundo que la rodea, de lo bueno y de lo malo, como de su
papel en el. En ocasiones, dudo sobre si tengo uno”.
“Yo no puedo evitar preguntarme si ese es el mundo en el que
vivimos. Un mundo en que la muerte es tan normal que nadie se fija más de un
minuto en ella. Dos, si acaso”.
“Una muerte ha roto la paz de la calle hasta hace un rato, pero
ahora ya no hay cadáver y, por tanto, ya no hay problema ¿La gente es así fuera
de la Torre? ¿Considera que los problemas ajenos, las muertes ajenas no son
relevantes? ¿Pueden estar al tanto de esas cosas… y continuar como si nada?
¿Soy el único débil de toda Marabilia? ¿El único que no
puede dejar de pensar en ese hombre? Y en todos los que están muriendo, ahora
mismo, en algún lugar… ¿Cuántos son? ¿Por cuantas personas nadie hace nada a
diario? ¿A cuántos podríamos salvar si nos planteáramos hacerlo?”.
“Todo en esta vida es cuestión de tiempo”.
“Las personas a veces simplemente sienten deseo físico, lo
solucionan y siguen con sus vidas. Bueno, ocasionalmente repetimos, si quedamos
satisfechos con la primera resolución”.
“El deseo no tiene nada que ver con sentimientos más
profundos”.
“Creo que es triste. El deseo, sin nada más, debe ser algo
muy vacío. Desapareces una vez que lo colmas y… ya está. Debe de ser como tener
a alguien muy, muy cerca, pero a la vez sin poder alcanzar lo que de verdad
importa. Te tocan, ardes, te consumes. Pero no dejan huella”.
“”Triste” es cuando no quieres hacer algo o cuando lo haces
solo por sentirte obligado por otra persona. “Triste” es cuando esperas algo más y la otra persona
no quiere dártelo. “Triste” es cuando crees que un cuerpo te puede tocar de otra
manera y no lo hace. Lo triste lo crean las expectativas o no estar en igualdad
de condiciones. Pero cuando únicamente hay deseo, no hay expectativas, solo…
disfrute. Pasión, sin más. A veces puede ser una manera de pasarlo bien. No
todo es tan complicado como lo presupones”.
“Yo no podría hacer algo así sin amor”.
“En caldero tapado no caen ingredientes de mas, que diría el Maestro Archibald. Debería
empezar a aplicarme el cuento”.
“Ariadne, por ejemplo, no tiene ningún interés en esas
cosas. Siempre le digo que se pierde un mundo de posibilidades, pero ella no
siente ese tipo de… impulsos”.
“Yo no estoy muy seguro de poder reaccionar. Siento como si
me hubiera lanzado al mundo real, pese a que los piratas siempre han sido para mí
una leyenda. Una de esas historias que Greta me contaba en el refugio de
nuestra habitación, donde los monstruos nunca podían entrar. Para mí, los
corsarios no son más que los personajes de cuento, con sus barbas espesas y la
piel cosida a cicatrices.
Los hombres malvados siempre me han parecido más irreales
que los dragones y los unicornios, que las mantícoras y los grifos.
Además, siempre había un erase una vez entre ellos y yo”.
“Afecto, expectación y deseo de aventura. Ni un resquicio de
miedo. Ni un momento de duda.
¿Son así los héroes de verdad?”.
“En nuestro navío vuelve a reinar el silencio, aunque ahora
creo que no es un silencio de espera, sino uno en el que el miedo lo domina
todo. El silencio que puede preceder a la muerte”.
“Abro la boca, conmovido, para felicitarle y decirle que es
capaz de todo lo que se proponga, como acaba de demostrar. Que solo le falta la
confianza y que, aunque yo puedo creer en el ciegamente, nunca avanzara si no
es el mismo quien confía en lo que puede hacer”.
“Los nigromantes no lloran. Los nigromantes son
especialistas en situaciones extremas”.
“No puedes actuar sin pensar. No aquí, en el mundo fuera de
la Torre. No puedes ponerte en peligro así. Van a seguir pasando cosas malas,
te guste o no. Y no vas a poder arreglarlas todas. No puedes… solucionar todos
los problemas del mundo. Nadie puede. Aunque duela. Aunque sea injusto”.
“No soporto su calma cuando ni siquiera sé si es real,
cuando ha estado tan cerca de pasar lo peor”.
“Me desgarra y me abre y saca lo peor de mí: el miedo, la
sensación de ser inútil, de no estar a la altura de las circunstancias. De ser
consciente de que, si le hubiera pasado algo, no habría sabido reaccionar. Me
habría quedado bloqueado y quieto, y quizá no habría vuelto a moverme nunca más”.
“Me llamo estúpido por montar una escena, pero las lágrimas
no se detienen, aunque lo intento con todas mis fuerzas”.
“No puedo prometerte eso. Lo haría de nuevo si fuera
necesario. Si… así puedo ayudar a alguien, no creo que sea malo arriesgarse un
poco…”.
“Es extraño estar a punto de morir. Creo que siempre lo había
tomado por un proceso casi espiritual, aunque ahora mis propios pensamientos me
suenan bastante ridículos. Pensaba que en algún momento la consciencia de tu
propio cuerpo desaparecería y se volvería fluctuante y ligera y que, entonces,
como dicen los textos más antiguos, verías la luz de las estrellas bajar a
recogerte en procesión. Entonces todo sería fácil y sencillo, y con su roce
olvidarías toda tu vida anterior y ya no habría nunca más dolor.
Quizás ha sido porque me han salvado antes de morir, pero
nada de eso ha pasado. Solo hubo dolor y oscuridad, una oscuridad que podría
haberse hecho perpetúa y en la que yo no habría sentido nada. En realidad, la
muerte parece ser algo bastante vacío. Simplemente llega y tú te vas. No hay más
ideas ni sentimientos ni complicaciones. Solo… ocurre.
Supongo que tiene sentido.
Y supongo también me tranquiliza que sea así. Significa que
mis padres, o Clarissa o Razel o aquel mercader, solo sufrieron un instante antes
de que no hubiese nada más.
Quizá lo peor de la muerte no sea morir, sino la vida que
queda tras de ti: la pérdida que envuelve a la gente que te aprecia, los
pedazos de corazón que se lleva cada alma con ella aun sin pretenderlo. Incluso
si lo que dice Ariadne es cierto y al final la vida consigue vencer esa batalla
y seguir adelante, esa herida durara mucho más tiempo abierta en los vivos que
en los que se van, que ya no sabrán nada más ni serán conscientes de como su
desaparición ha alterado la existencia de otras personas”.
“Me considera un
amigo, un amigo importante… No quiere perderme.
Aunque yo desearía ser mucho más, también me gusta ese
papel.
Me gusta que tenga miedo por mí y que me recrimine que me
ponga en peligro, aunque eso no significa que no vaya a volver a hacerlo. Esto
no cambia nada de lo que pienso ni de lo que siento que debo hacer”.
“—¿Hola? ¿Así piensas saludar a tu mejor amiga y responsable
de salvarte de la muerte?
—¿”Hola, maravillosa y poderosísima amiga que me ha salvado
de las temibles garras de la muerte, muchas gracias por tu bondad”?”.
“—¿Cómo te encuentras? —pregunta a continuación.
—Vivo, gracias a la mejor nigromante de toda Marabilia. Eres
mi heroína, grandísima Ariadne. No sé qué haría sin ti en mi vida.
—Morirte, seguramente”.
“Hay quienes coleccionan curiosidades del sitio al que
viajan; yo coleccionare cicatrices. No está mal”.
“Está muy bien que quieras ayudar a la gente; eso te honra.
Pero no has de arriesgar tu vida por el mundo. No nos lo merecemos”.
“Alguien que lucha por aquello en lo que cree merece
respeto, no reproches. Hace falta valor para ello. No se trata de arriesgar la
vida, siquiera. Se trata de darlo todo por lo que deseas”.
“Ariadne, dime una cosa: ¿Qué me hace más valioso a mí que a
esa otra “persona cualquiera”? ¿Quién decide que vidas valen más, quien merece
salvarse y quién no? Todos somos iguales
al final. Todos tenemos gente que nos quiere, que nos llorara. Puede que en las
manos de esa otra “persona cualquiera” haya un futuro brillante, que tenga un
destino mejor que el mío. Puede… no sé. No lo sabremos. Pero lo que si se es
que nadie merece morir sin motivos de la noche a la mañana”.
“—¿Y por qué lo ibas a merecer tú?
—Porque si algo así pasara, no moriría sin motivos, Ariadne.
Moriría haciendo lo que creo. Y eso es lo que cuenta para mí”.
“No puedes vivir sin mi…, literalmente. Tendremos que
mantenernos cerca siempre para que te salve de tus locuras cuando haga falta”.
“Por aquí siempre decimos que las personas con cicatrices
son las que tienen las mejores historias que contar. Se descubran a simple
vista o no”.
“Me gusta que, a su modo, también ayude a la gente cuando
tiene la oportunidad”.
“—La magia es un don que tenemos solo unos pocos. Creo que
una de nuestras responsabilidades es ponerla al servicio de quien la necesite,
cuando sea, donde sea y como sea”.
—¡Que sacrificado!
—Es mi sentido de la ética.
—Es una ética honrada. No sé si el sitio de dónde vienes es
igual, pero aquí, en el mundo exterior, la gente se preocupa primero por sí misma y, después, por el resto.
—¿Qué pasa?
—Nada. Parece que te molesta. Que esperabas otra cosa.
—Quizá lo hiciera, sí. De donde yo vengo, la gente se ayuda
entre sí; colaboramos y nos esforzamos por buscar soluciones a los problemas.
Los de todos, no solo los nuestros. Creo que el mundo exterior debería ser
igual.
—Creo que eres un soñador, Clarence. Solo espero que no
tengas que arrepentirte de soñar.”.
“Contengo la respiración cuando sus dedos se alzan, sin
dejar de tocar mi piel. No lo miro, demasiado embrujado por el roce en mi
pecho. Trago saliva. Había olvidado lo que era tener las caricias de alguien.
Hace mucho que nadie me toca, y quizá por eso me parece que su tacto quema”.
“De improviso, me doy cuenta que he intentado mantenerlo
conmigo todo este tiempo. Me he vuelto dependiente. Y eso me horroriza. ¿En qué
momento me he convertido en alguien así? Siempre he creído que querer a
alguien, de la forma que fuese, implicaba darle libertad, la posibilidad de ser
quien quisiera ser con mi apoyo, no con mis límites”.
“Súbitamente, la herida duele tanto que lo único que deseo
es arrancarme la piel para llegar adentro y curarla, aun así eso conlleva
magulladuras y dolor en el intento”.
“Duele. Duele con cada latido, como si las costillas se me
estuviesen cerrando alrededor de los pulmones”.
“Quiero decirle que no puede ayudarme, que nadie puede. Que
yo me lo he buscado y, a la vez, ha ocurrido sin que tuviera modo de evitarlo.
Ni siquiera sé cuándo ha ocurrido, en que momento su presencia se convirtió en
una necesidad. En qué momento empecé a buscar excusas para pasar tiempo
juntos”.
“El dolor forma un nudo apretado dentro de mi cuerpo. Justo
en la boca del estómago, en ese lugar que te puede dejar inmóvil si no tienes
la voluntad necesaria para reaccionar. Y yo no creo tenerla. Me concentro en
tomar aire y soltarlo, pero es demasiado difícil. No consigo que el aliento se
quede dentro. Estoy demasiado ansioso.
Tengo miedo.
Estoy aterrado.
Las lágrimas no cesan.
Dentro de mí, algo ha ido cambiando. Y yo ni siquiera me
había dado cuenta”.
“Hay relaciones que empiezan así, con algo puramente físico.
A veces, las cosas van a más. A veces se convierten en rutina, en un vínculo, y
supongo que, cuando quieres darte cuenta, ya es demasiado tarde”.
“Con respecto a si te gustan o no las chicas…, siempre he
pensado que eso es algo irrelevante. Me refiero a que nadie nos obliga a
definirnos, más que nosotros mismos. ¿Crees que hay mucha diferencia entre lo
que nos gusta o a que queremos dedicarnos, o cual es nuestro color favorito? En
el fondo, todo es cuestión de dejarse llevar, de… darnos tiempo. Las personas
crecemos, maduramos. Cambiamos. Todo es cuestión de encontrar un sitio donde
encajar en el mundo, aunque eso no significa que tengamos que quedarnos siempre
en el mismo lugar, ¿no es así? A veces vemos mundo y descubrimos que
necesitamos cambiar de aires. Así que ¿Por qué algo como sentir atracción por
otras personas debería de ser diferente? ¿Por qué tenemos que ponernos límites?
Sé que no es lo mismo, pero yo pase mucho tiempo anclada a un sitio en el que
no quería estar, siendo alguien que no quería ser, solo porque me convencieron
de que estaba hecha para vivir allí, para ser así. Puede que esto sea lo mismo.
Quizá no te permitiste a ti mismo sentir. Créeme, se de lo que hablo: yo me lo
prohibí mucho tiempo”.
“Al fin y al cabo, no es fácil aceptar que alguien a quien
quieres no siente lo mismo por ti. Hay quienes se emborrachan para paliar la
frustración. Hay quienes lloran y quienes consideran positivo que otras
personas les ayuden a olvidar”.
“Yo solo quería que siguiésemos bien… No puedo soportar la
idea de perderlo o hacerle daño.
Pero tampoco puedo soportar la idea de volver a mirarlo”.
“Yo no puedo evitar ponerme nervioso. No es que no confié en
la discreción de Arthmael, pero me avergüenza que me vea así. Al fin y al cabo,
el suele mostrarse seguro de sí mismo la
mayor parte del tiempo, como si nada pudiera afectarle”.
“¿No has oído eso de
que para los padres los hijos no crecen nunca? Pues para nosotros es lo mismo
contigo”.
“No hay nada que podamos hacer para ayudarlas. Una vez al
mes, la luna llena les dará piernas y conciencia humana, y tendrán suerte si
acaso en esos días encuentran a alguien que se enamore perdidamente de ellas y
las arranque del hechizo que las mantiene presas”.
“Me estremezco. Una vez más, me han derrotado. Una vez más,
no soy suficiente para ayudar a quienes lo necesitan. Si hubiera reaccionado un
poco más rápido”.
“Un beso. Un beso de amor verdadero. Esa es la magia capaz
de romper todos los hechizos, una tan poderosa como un haz de luz de luna
llena”.
“Pero salvar a las personas también significa reducir al
mínimo los daños, los nuestros y los de los contrarios. Las sirenas solo buscan
subsistir; las criaturas no tienen menos derecho a la vida que nosotros”.
“Me estremezco y aparto la mirada. Al parecer no soy lo
bastante inteligente, aunque en mi cabeza no entra del todo que, si está loco
por ella, se vaya con cualquiera. ¿Cómo va a llenar eso a nadie?
O tal vez no esté buscando nada que lo llene. Tal vez
sentirse vacío sea más llevadero si no piensas en ello. ¿Por eso lo hacen? ¿Se
sienten menos desdichados entre otros brazos?”.
“Aldric es consciente de que Lynne nunca va a
corresponderle. Y a pesar de ello, tiene que verla cada día de su vida. El no
dejara de quererla, pero eso jamás será suficiente para que ella lo quiera a su
vez. ¿No te parece justo, entonces, que haga lo que prefiera para olvidar, aunque
solo sea un rato? Puede acostarse con quien le venga en gana, puede desear a
miles de personas, pero es que siente por tu amiga no desaparecerá de la noche
a la mañana. Y tiene que vivir con ello, con mantenerse cerca y a la vez mucho
más lejos de lo que querría. Tú no tienes ni idea de lo que es eso. Así que no
lo juzgues”.
“Los sentimientos no entienden de deudas o
responsabilidades. Los sentimientos surgen o no”.
“A lo mejor sientes que me he apartado de ti y no quieres
que eso pase, pero tienes que dejarme hacerlo. Hemos pasado mucho tiempo juntos
estos tres años y es normal que estés celoso si ves que alguien amenaza la
relación que teníamos, pero eso no significa nada. También se puede tener celos
de los amigos”.
“Le estoy confiando mis dudas, enseñándole lo que hasta
ahora no me había admitido ni siquiera a mí mismo… Y no es fácil. He tenido que
armarme de todo mi valor y sacudirme toda la inseguridad”.
“Si Hazan no se hubiera mostrado tan aplicado y tan
dispuesto a aprender en todo momento, me habría cansado de aquella rutina, pero
la realidad era que me resultaba admirable su manera de volcarse en cada
hechizo, de no rendirse ni cuando la magia a su alrededor parecía rehuirle. Me
motivaba su ilusión. Incluso si era dolorosamente consciente de que no era el
mejor, de que nunca llegaría a serlo, tampoco lo buscaba: sólo quería aprender.
Sentirse útil”.
“Empecé a saber ver cuando estaba triste o desanimado, o
cuando había tenido un buen día y estaba pletórico, porque hablaba más de la
cuenta. Él me contaba sus problemas, aunque solo ahora me percato de que yo
siempre me calle los míos”.
“Me gustaba la discreción y poder ser dueño de mi propia
vida sin que nadie juzgase lo que hacía o dejaba de hacer: ya que estaba
obligado a permanecer en la Torre, al menos seria libre entre sus paredes”.
“Desde entonces, no he dejado de pensar en él, de una manera
tan absurda y tan temerosa que no he dejado de llamarme cobarde cada día desde
aquel abrazo. Queriendo avanzar y, al mismo tiempo, con demasiado miedo de
hacerlo. Queriendo alargar la mano hacia él, pero demasiado asustado por el
rechazo. Queriendo decirlo todo lo que no ha dejado de hacerme sentir, todo en
lo que me ha hecho creer, todo lo que ha soñado”.
“Porque está ocurriendo, y a mí todo el tiempo a nuestras
espaldas me suena a cuento, a leyenda, a algo que no ha podido suceder. No
puede ser que nunca lo intentase, que me negase a mí mismo la posibilidad, que
me escondiese como un niño cuando se suponía que era el adulto. Pero supongo
que el miedo no entiende de edades y que tenerle como alumno era mejor que no
tenerle de ninguna manera.
Solo que ahora sé que puedo aspirar tan alto como quiera”.
“No sé qué esperaba, pero no esto. No verle tan… seguro,
hasta cuándo debe de estar replanteándose algunas cosas. A mí no me paso, pero sé
que ocurre: personas que creen que
sentirse atraídas por individuos de su mismo sexo es desviarse o que temen
aceptar lo que sienten porque no es “lo normal”, según lo que una mayoría ha
dictado que es “normal”. Como si “lo normal” no fuese solo el argumento de los
cobardes que no se atreven a ver más allá.
Nunca lo he entendido por más que mis tíos siempre me han
insistido en que el mundo exterior no es tan sencillo, que hay personas con
ideas estúpidas que juzgan el amor a partir del cuerpo, cuando el cuerpo solo
es cuerpo y la piel es solo piel, y al final lo que queda bajo esas corazas que
nosotros no elegimos son solo… personas. ¿Cómo puede haber gente tan ciega que
no vea que el afecto y el deseo son solo sentimientos que no deberían entender
de prejuicios? Los sentimientos son libres y nadie tiene derecho a ponerles
reglas.
Pero esas personas existen, y es por culpa de ellas que hay
quienes nunca podrían aceptarse a sí mismos. Por el miedo”.
“Una vez, Anthea me dijo que por cada persona que no creía
en la magia, esta desaparecía un poco más de nuestro mundo”.
“Parece imposible creer que, en medio de esta paz, alguien
pueda estar haciendo experimentos para dañar a los demás. Venenos, ni más ni
menos. Casi espero ver una sombra acechar bajo los árboles o entre los campos,
como una huella de maldad. Pero aquí lo único que parece ajeno al paisaje somos
nosotros mismos. Y la maldad, de todas formas, no tiene cuerpo ni se va a
materializar ante nosotros. La maldad, como cualquier sentimiento, reside en
los corazones de las personas.
Y quizás ese sea el sitio desde el que puede hacer más
daño”.
“Bueno, ya sabes como soy: los retos superados por uno mismo
me parecen más satisfactorios”.
“Hazan titubea y me mira, inseguro. Sé que a veces se siente
intimidado por Ariadne, como lo hacen muchos otros alumnos. Ella no se da
cuenta, pero su manera de controlar las situaciones es inquietante. Su
inteligencia y su poder pueden resultar perturbadores. A mí no me ocurre,
claro, porque llevamos juntos muchos
años, aunque entiendo que pueda angustiar a otras personas, porque da la
impresión de carecer debilidades y de dudas. Y no hay nada más peligroso que
una persona confiada y sin puntos débiles”.
“Ariadne tiene también esa habilidad: ningún secreto escapa
de sus garras. Es el poder que le otorga el conocer a las personas con un
simple vistazo”.
“—Siempre me ha parecido un poco brusca al hablar de los
demás como si nada.
Sí, eso suena bastante a Ari. Pero no es mala. Es una
persona demasiado sincera y que dice lo que opina, incluso si a veces resulta
doloroso e incómodo. No siempre tiene la razón, pero defiende lo que cree con
uñas y dientes, y a veces con eso es
suficiente”.
“Me fascina lo sencillo que es manipular a una persona,
sembrar la creencia de que somos quienes no somos; en fin, plantar una mentira
y verla crecer, para desesperación de tu interlocutor”.
“Ari frunce el ceño y se lleva la mano a su medallón. Sé que
ella jamás abandonaría el suyo. También lleva demasiado tiempo refugiándose con
él, y para una persona que siempre mantiene sus sentimientos tan a raya debe de
ser complicado imaginarse sin algo que la proteja de que puedan verlos. Como para
un guerrero abandonar una armadura”.
“¿Un rico que quiere enriquecerse todavía más con la venta
de venenos? Esperaba que al menos fuera una persona desesperada”.
“¿Hasta dónde puede llegar el egoísmo de alguien que lo
tiene todo, pero que juega con vidas humanas para conseguir más y más? ¿Y si no
es ningún noble, y esa fortuna que debe de tener para vivir en un lugar como
este la ha conseguido gracias a los venenos? Gracias a contribuir a matar
personas…”.
“Es solo una persona con arrugas propias de la edad…. Y con
la mirada demente, propia de la perdida. Me estremezco al ver sus ojos, pero
sobre todo al curiosear en su aura. En ella no hay tonalidades: está
completamente negra. En ella no queda nada, solo sufrimiento”.
“—Porque os lo merecéis. Porque no sois… humanos. Porque no
tenéis ni idea de la perdida ni del dolor y necesitáis que alguien los ilustre.
Aprieto los dientes. No sabe de lo que está hablando. Tener
magia no nos hace ajenos al sufrimiento. La magia no nos hace de piedra”.
“Es cierto… Vosotros, con vuestra magia, con vuestros
poderes, con vuestros aires de superioridad, no nos preocupáis por los demás,
aunque os guste presumir de vuestra bondad y que os supliquemos ayuda. Os
agrada tenernos en vuestras manos, ¿verdad? Pero no progresáis. No hacéis nada
por ayudar a la gente. Os quedáis resguardados en vuestras maravillosas torres,
a la espera de que los problemas lleguen. Pero si no llegan, no existen, ¿no es
cierto?”.
“Yo llevo toda la vida diciendo que quería ayudar a la
gente, pero solo asistían a los que llegaban hasta a mí. ¿Qué he hecho para
mejorar la vida de los demás? ¿Qué he cambiado? Únicamente he servido a quienes
me han buscado”.
“Porque siempre he aguardado a que otros vinieran a por mí:
a seducirme, a buscar mi amistad, a pedirme ayuda. Nunca he hecho nada por mí
mismo ni he obrado por convicción. Durante años, he permanecido anclado en el
lugar que otros han escogido por mí. Durante años, he sido lo suficientemente
cobarde como para resignarme y dejarme llevar como una hoja que arrastra la
corriente.
Nunca he hecho nada útil. He sido un hipócrita”.
“Dices que quieres hacernos sufrir, pero lo único que ha
hecho es matar inocentes…”.
“El hombre sonríe. Es una sonrisa extraña, sin sentido, de
muñeco al que se le han cosido y tiene que llevarla hasta cuando solo desea
llorar”.
“¡Hay gente muriendo, si, y es eso lo que quiero que veáis!
Lo que he buscado todo este tiempo: que sintierais la impotencia de no poder
hacer nada. ¿La sentís? Oh, claro que la sentís, por eso habéis venido a
buscarme, ¿verdad? Porque no podéis hacer nada. Ya no sois tan poderosos. Oh,
de pronto hay algo ajeno a vuestro control… ¡Eso, es lo que os molesta! Eso y
no la muerte. Eso y no el dolor. Dejaran de creer en vosotros”.
“¿Se podía haber hecho algo? Si no nos creyésemos mejores
por tener magia, si actúesenos con honestidad…”.
“Alguien… fruto de la envidia y el odio. Es eso lo que
debería preocuparos. Yo he creado los venenos, pero es la gente, ahí fuera,
quien los adquiere, quien desea matar. La gente es egoísta, considera que una
vida no vale nada. Mis venenos quizás desaparezcan si dais con el antídoto…,
pero eso no lo hará: la gente seguirá siendo cruel y descubrirá otros métodos
de conseguir lo que se proponga. Las personas seguirán muriendo. Las personas
seguirán matando. Como mataron a mi hija”.
“Las heridas más hondas no se ven. Y esas, de hecho, ni
siquiera me afectan a mí…”.
“El dolor nos hace ilógicos. No puedes creer lo que dijo. No
puedes dejar que te afecte”.
“No somos dioses, no somos Elementos, somos… humanos.
Y los humanos fallamos. Los humanos tenemos defectos.
Tenemos necesidades, deseos y toda clase de emociones. No somos personajes de
cuento. Por otro lado, también hay personas maravillosas ahí afuera que
convierten este mundo en un lugar mejor, que no pierden la confianza ni cuando
otros tiran su trabajo por tierra.
Yo creo en esas personas. Siempre he querido ser una de
ellas, de las que conservan la sonrisa incluso cuando todo va mal, de los que
luchan y contagian su energía a los demás. De las que inspiran leyendas, aun si
no son verdad”.
“Me digo que fue para protegernos, a nosotros y a todas las
personas que estaban sufriendo por sus inventos, pero no por ello la realidad
deja de ser horrible”.
“Ni siquiera parece sorprendido por lo que ha pasado.
Supongo que no todo el mundo percibe la muerte de igual manera”.
“Dicen que en las montañas de Dahes hay dragones. Aunque,
para ser sinceros, no hay pruebas de que se haya visto uno en, al menos, un par
de siglos. Por muy nigromante que seas, no creo que ninguno vaya a venir en tu
ayuda”.
“Si los dragones existen, no creo que tengan intención de
ayudarnos”.
“No puede matar un dragón cada vez que algo no vaya como el
desea. No podemos compensar a todos, pero eso no tiene por qué ser malo, porque
nos enseña a ser humildes, nos demuestra que hay límites que hemos de aceptar.
Hay cosas que no se pueden hacer: no se puede matar a la muerte, no se puede
tocar el sol y no se puede estar eternamente reparando los errores de los
demás”.
“No basta con ser un rey. Hay que ser uno que hace algo. Que
es reconocido y amado”.
“Empiezo a plantearme si es demasiado imbécil o demasiado
noble”.
“—Ponerte en peligro no te va hacer sentir más útil ni más
vivo. ¡Ninguna vida vale más que la tuya!
—Ni menos”.
“No está mal intentar ayudar a los demás. Es lo lógico. Lo
natural no es apuñalarnos los unos a los otros por la espalda, sino apoyarnos
para seguir avanzando juntos”
“Sin embargo, lo que le pasa no es mero altruismo. No puedes
entregarte por completo a algo. No puedes dejar a un lado tus propias
necesidades. No puedes dejar de ser quien eres por los demás”.
“No puedes salvar a todos. ¡Nadie puede! No a costa de ti mismo.
Y tampoco puedes esperar que el mundo cambie de un día para otro. Hay gente
malvada ahí fuera. Hay gente que quiere hacer sufrir a los demás, pero eso no
significa que todos sean así. No eres ningún monstruo por pensar en ti mismo y
vivir tu vida sin hacer daño a los demás. No tienes que disculparte por tomar
algunas decisiones egoístas. Y… no puedes dejar que lo que digan los demás te
afecte, o estarás perdido”.
“Pero en aquel momento yo no creía que hubiera ninguna
esperanza porque me consideraba un inútil.
Llevo convencido de ello desde entonces, solo porque no
encajaba en ese lugar y porque alguien pensó que su palabra era la ley. Yo
también lo creí… y lo seguiría creyendo de no ser por todas las personas que
han demostrado tener fe en mi”.
“Por favor, no sacrifiques quien eres por lo que crees que
debes hacer. Piensa… piensa en lo que quieres hacer”.
“Nadie está sacrificando nada. Esto es lo que quiero. Quizá
el problema sea, precisamente, que me ha pasado mucho tiempo donde creía que
debía estar”.
“No puedo aceptar que la muerte sea la solución a ningún
problema. Pensar así nos convierte… en poco menos que animales”.
“intento no pensar en sus palabras, porque, aunque una parte
de mi sabe que tiene razón, otra se siente débil por dejarse afectar”.
“Seguramente, a ojos de mi aprendiz soy un estúpido, porque
es más joven y tiene menos conocimientos, pero ha demostrado conocer el mundo
mejor que yo.
Yo solo he creído saber mucho durante mucho tiempo”.
“El mundo… esta mejor sin personas como él”.
“Yo debería apoyarla, aun así no me gusta lo que hizo”.
“Cierra los ojos, estremecida y no creo que la haya visto
nunca tan débil, tan derrotada. Sé que esto durara poco. Que, en un parpadeo,
la Ariadne real reaparecerá ante mí. Por eso, antes de que esa muchacha se
manifieste y se lleve a mi frágil amiga, la abrazo. Ahora mismo solo somos dos
piezas rotas, pero que juntas pueden aspirar a componer alguna forma más
definida.
A mi amiga no le gustan los abrazos ni cualquier contacto
físico demasiado afectivo. Normalmente, ella me da sus besos de siempre, como
una broma, pero nada más. Por eso me sorprende que no se queje, que no me
espante con una mueca de asco y algún comentario semejante a: “Si quieres
volver a probar con las chicas, conmigo no cuentes””.
“Ella no se mueve ni llora, se limita a guardar silencio,
como en esas historias en las que las damas se convierte en piedra esperando a
su amado en el puerto. Entre mis brazos, mi amiga se convierte en una estatua
preciosa y agrietada, y yo me siento culpable por pensar que podría no haber
sentido nada al matar a ese hombre”.
“Supongo que es más fácil esperar a que todo acuda a ti, en
lugar de salir a buscarlo”.
“Algún día haremos algo que cambie las cosas. Te lo
prometo”.
“Pero se supone que otros lo han conseguido y, si ellos
pudieron, nosotros no seremos menos”.
“No puedo seguir haciendo eso. Tengo que confiar en él y
confesarle como me siento, pero a veces, cuando quiero hablar, hay un nudo en
mi estómago que me lo impide. Si abro la boca, este nudo trepa y se agarra a mi
garganta, riéndose de mí, preguntándome si de verdad pensaba decir algo. Es una
sensación incomoda y frustrante, como tener una mordaza invisible, y al mismo
tiempo sé que yo mismo me he puesto esa venda alrededor de la boca durante
demasiados años: todas las veces que he preferido callar o que no he tenido el
valor de decir lo que me rondaba por la cabeza. El silencio es un sillón cómodo
en el que esperar a que todo pase. El silencio te permite observar, aunque no
deja que los demás te vean. Y, como ocurre con todos los peligros, si no te
ven, no pueden hacerte daño”.
“Si no tengo tiempo de pensarlo, no tengo tiempo de
arrepentirme”.
“No es que no quiera. Es que… no sé. Nunca… nunca hablo de
mí. Nunca lo he hecho, ¿de acuerdo? Con nadie. Ariadne y yo somos amigos
precisamente porque ella es una de esas personas capaces de saber cuándo ocurre
algo sin necesidad de que se lo digas, pero… yo no sé hacer eso que haces tú.
Ser tú mismo, todo el rato. Ser tan… transparente. Y te gusta hablar y contarlo
todo, y es fácil escucharte… Sin embargo, yo no soy así. No se ser así. Estoy
acostumbrado a que una parte de mí siempre este encerrada. A salvo. A veces es
más cómodo vivir dentro de uno mismo, porque es el único lugar en el que nadie
puede juzgarte”.
“Si comprende que no es tan fácil hablar cuando estás
acostumbrado a esconderte”.
“Nunca había necesitado que nadie me ayudase. Mis tíos no
son los educadores más atentos del mundo, aunque se que me quieren. Son…
exigentes, y por eso siempre me han dicho que tenía que progresar solo. No
tiene nada de malo, en teoría… Pero, cuando te acostumbras a vivir así, es
difícil aceptar la ayuda ajena. Cuando nunca le has confiado a nadie como te
sientes, es difícil… dar con las palabras correctas para expresarlo después”.
“Inténtalo. No es necesario que tenga sentido lo que digas.
Solo… habla. Te sentirás mejor cuando lo hagas. Y yo no voy a interrumpirte:
escuchare. Nada más”.
“¿Acaso puede alguien escuchar sin juzgar?”.
“Mis recuerdos son un laberinto en el que me pierdo en busca
de palabras capaces de detallar como una persona puede sentirse querida y sola
al mismo tiempo”.
“Aun si no son la familia perfecta, son mi familia, y
siempre me han cuidado y se han asegurado de que no me faltase nada. Quizás por
eso es todo tan complicado, porque no se trata de falta de amor”.
“Supongo que siento que nunca se han preocupado de lo que yo
quería. Es… es estúpido y no tiene sentido que se lo reproche, porque yo
tampoco me he preocupado nunca de lo que quería.
Decirlo es duro. Decirlo es empezar a aceptarlo. Decirlo es
enfrentarme a la idea de que nunca he hecho nada por tomar las riendas de mi
vida”.
“Desde siempre, mis tíos me han preparado para ser el mejor.
Pero nunca jugaron conmigo. Me enseñaron a pronunciar hechizos antes de hablar,
pero nunca me preguntaron si tenía miedo de la oscuridad. Me felicitaron cuando
hacía algo bien…, pero no sé si alguna vez se han sentido orgullosos de mí. Y
yo me limitaba a… estar ahí plantado. Sin hacer nada más que convertirme en el
mejor porque ellos habían dicho que debía serlo.
Porque no tenía el valor de pensar en alternativas. Porque
era como seguir los pasos que otros me habían marcado. Porque me daba miedo no
saber hacer nada más. Porque me asustaba decepcionarles. Porque…
Por tantas cosas, y ninguna de ellas es “porque quería””.
“Me decía a mí mismo: “Si eres el mejor, podrás ayudar a los
que otros no han podido”.
“Aprieto los dientes porque aún no lo entiende. No del todo.
Siempre he podido hacer lo que he querido con mi magia, pero nunca he tenido el
valor para ello. Y a eso… a eso se resume todo”.
“Es solo que este hombre tenía razón. Tenía razón. No he
hecho nada útil en mi vida. He estado convenciéndome de que seguía aprendiendo
para ayudar a la gente, para n abrumarme tanto por el hecho de que me
encontrara allí porque otros así lo habían decidido. Pero, en realidad, no he
hecho nada por nadie. En realidad, esperaba pasarme el resto de mis días en la
Torre, aguardando a que los problemas viniesen si tenían que venir y
preocupándome únicamente de esos. Y los que pudiera haber fuera… no me
importaban, ¿lo entiendes? Porque era
más fácil esperar. Nunca he reaccionado. Jamás me he negado a seguir en la
Torre ni les he plantado cara a mis tíos. No he… hecho nada. Ni por mí ni por
nadie”.
“No es fácil aceptar que te has estado mintiendo durante
toda una vida al elegir la senda sencilla, asumir que nunca has dado ningún
paso hacia adelante, sino que ha preferido quedarte estancado, porque avanzar también
significaba poder caerse.
No es fácil aceptar que te has mentido a ti mismo más que a
nadie y que te has escudado tras de tus valores. No es fácil pensar que si
hubiera sido lo bastante valiente, que si de verdad deseara ayudar a la gente,
ya lo habría hecho. Ya me habría marchado de la Torre o habría intentado averiguar
la forma de hacer algo… De generar un cambio.
Pero los cambios asustan. Los cambios no están hechos para
todo el mundo.
Los cambios no están hechos para mí”.
“Entonces venias y me hacías sentir mejor. Me hacías sentir
útil y capaz de todo cuanto me propusiera. Me hacías creer que podía llegar tan
lejos como quisiera”.
“El sí que es capaz de llegar adonde quiera, porque se
esfuerza y siempre ha emprendido el camino que ha querido. Cuando el mundo le
dijo que no debía ir por una ruta, siguió adelante. Por más que su estancia en
la Torre no ha sido fácil, ha perseverado, y no creo ser el causante de ello,
por mucho que yo lo alentara. El causante es el mismo: solo él decide cuanto
desea esforzarse, cuando ha de rendirse. Y nunca he visto a Hazan desistir.
Hazan nunca aceptaría sin más el destino que otros
decidieran por él”.
“Nunca es tarde para actuar. Nunca es tarde para
enfrentarnos a nuestros miedos”.
“Al final, los únicos que nos ponemos obstáculos somos
nosotros mismos”.
“No, no es fácil. No es fácil, porque no quiero
defraudarles. Y tampoco quiero vivir pensando que nunca hare nada por mí.
Quiero ayudar a la gente y sentirme útil, pero no sé si mis habilidades son
suficientes ni cómo empezar. Estoy estancado entre la vida que he aceptado vivir
y la que deseo”.
“Aunque me derrumbo, aunque duele sentirse perdido, también
es liberador aceptarlo y poder decirlo. Saber que alguien te escucha y te
apoya. Sin embargo, también ha sido lo único que me ha permitido materializar
todos mis miedos. Todos mis fracasos.
Y solo ahora los veo con absoluta claridad”.
“Pienso en que se lo que es que los demás tengan
expectativas sobre ti; que todo el mundo te observe esperando que hagas… algo,
como convertirte en la persona que creen que podrías ser”.
“Tras su desmoronamiento, ha compuesto los pedacitos con
tanta maestría que es necesario fijarse para distinguir las grietas”.
Por fortuna, continuo con el deseo de saber más sobre esta historia y estos personajes, quiero saber más de Ariadne si es posible, averiguar que pasara con nuestras parejas principales, además de que nuevas aventuras y personajes nos otorgaran los libros restantes. Los personajes de Marabilia así como las autoras de esta excelente obra, se han ganado un rincón de mi corazón, pues siempre me han otorgado buenas historias así como frases memorables. Definitivamente me quedo con unos deseos exorbitantes de leer la siguiente parte y saber, en que camino nos dirigirá este viaje por Marabilia.
Veredicto:
“Títeres de la magia” es una historia fantástica llena de aventuras, fantasía, amor, lealtad, decepciones y descubrimientos que te llevaran por una montaña rusa de emociones. Con personajes y frases memorables. Un libro con el que definitivamente pasaras una grata experiencia.
Sobre las escritoras:

Ladrones De Libertad es la tercera parte de esta saga. Se estreno en Septiembre 2017.
¡Hola! No he leído el primero así que no quiero leer la reseña por si acaso, jeje, pero son libros a los que les tengo ganas, la verdad. ¡Un besito!
ResponderBorrarHola! Lloro porque no consigo estos libros y realmente me gustaría leerlos :(
ResponderBorrarPero me alegro muchísimo de que te haya gustado! ♥
Un besote!
Hola!
ResponderBorrarTengo el primero pendiente de leer y espero leerlo este año.
Besitos :)
hola,
ResponderBorraryo de momento estoy dejando pasar esta saga, pero con el tiempo estoy segura que la leere.
Gracias por la reseña
Besotessssssss