La Partitura: Música para Adam - Anna Casanovas

Título: La Partitura: Música para Adam.
Título Original: La Partitura: Música para Adam.
Saga: Autoconclusivo.
Autora: Anna Casanovas.
Editorial: Ediciones Urano - Titania.
Colección: Titania Amour.
Fecha de Publicación: Marzo 2017.
ISBN: 9788416327294.
N° de Páginas: 384.
Goodreads

Sinopsis: En Londres, Adam, un joven compositor, pierde la vista en un accidente y ciego descubre lo vacía que estaba su vida a pesar de contar con el éxito profesional y la que todos consideraban la pareja perfecta. Solo y adaptándose a la ceguera, Adam decide buscar lo mejor de sí mismo, de sus amigos y vivir plenamente. Lo único que teme es componer, hasta que un día el director de la ópera de la ciudad acude a pedirle un favor y semanas más tarde escucha a una chica tocar el piano. Y entonces aprende a ver con el corazón. En Nashville, Charlotte, una pianista de música country, hace una promesa y lo deja todo para terminar la carrera de música en Inglaterra aunque allí se niega a establecer lazos con nadie pues su paso será solo temporal. Charlotte no quiere sonreírle a sus vecinas, no quiere entablar amistad con sus compañeros de clase ni tocar con ellos en una tintorería abandonada y no quiere que su corazón despierte y descubra el amor de verdad. Y por encima de todo no quiere volver a componer ni a tocar el piano jamás. En París, en 1830, un joven granjero huye del campo hacia la ciudad para convertirse en músico, pero allí estalla la revolución y él encuentra el amor en el lugar y el momento más inesperados. En Mallorca, dentro de una caja abandonada en un ático aparecen un manojo de cartas entre Chopin y la que fue su amante George Sand y entre esas cartas hay la que podría ser la última partitura inacabada del compositor. La iglesia de Saint Martin en Trafalgar Square anuncia el concierto del año, el pianista que va a tocar, las personas que lo acompañan, llevan meses captando el interés de la prensa. La historia que rodea la partitura es aún más fascinante pues está envuelta de secretos, misterio, pasión y un gran amor.

Gracias a Ediciones Urano por el ejemplar para esta reseña.



Opinión Personal: 


A estas alturas debería de entender que el romance no es para mí. Tenía muchas esperanzas en este libro porque anteriormente ya había leído algo de la autora y me había agradado, pero creo que en esta ocasión fue demasiado amor para mi gusto. En lo personal y siendo consciente que lo meloso no me gusta, esta vez el libro no fue para mí a pesar de que vi que a muchas personas les agrado, particularmente me hubiera gustado un poco menos de romance, sé que es raro pedir esto cuando se trata de un libro de Titania pero tenía muchas ganas de que este libro me gustara y desafortunadamente no fue así, aunque eso no lo convierte en un mal libro.

Adam es un afamado compositor que tras un percance en una pelea ha perdido la vista, debido a esto ha decidido no volver hacer música, sin embargo un día, uno de sus más fieles amigos le pide un enorme favor, que continúe la partitura con la que estaba trabajando antes de quedar ciego, pero Adam tiene claro de que en sus planes no está volver a tocar, al menos eso creía, pues sus ideologías cambian cuando conoce a una chica misteriosa de Nashville. Charlotte ha dejado toda su vida atrás para cumplir la promesa que le hizo a su hermana, tal pareciera que el único objetivo en subida es llevar a cabo dicha promesa, aunque en el camino para cumplir su promesa evita tocar cualquier instrumento, a pesar de ser lo que más desea en el mundo.

Un día, mientras Charlotte se encuentre en su trabajo, al que piensa renunciar, se topa con una partitura bastante interesante, por lo que no duda ni un segundo en tocarla, en ese momento Adam entra al establecimiento, ocasionando que por primera vez después de mucho tiempo, desee seguir con la investigación de aquella partitura, pero sobre todo, volver a tocar. Es así como ambos comenzaran a vivir realmente su vida, sin siquiera saberlo, pues en ambos se despertaran los deseos de continuar adelante.

Cuando leí la sinopsis me pareció una historia bastante interesante y de hecho lo es, aunque en mi
imaginación me plantee que el romance se daría poco a poco, ya saben, que la atracción se daría conforme se iban conociendo pero no es así, creo que el amor instantáneo es demasiado para mí. Con seguridad, me habría gustado mucho más la relación de Charlotte y Adam si hubiera ido construyéndose, pero no fue así, ambos se lanzaron al romance y a la atracción de un clavado. También debo confesar que otro de los factores que no permitieron que me agradara este libro es el hecho de que hay mucho amor y detalles cursis a los largo del romance, en un momento sentía que me iba a dar diabetes de tan solo leer la relación entre los protagonistas.

Lo que más me gusto de este libro además de parecerme bastante original, fue la historia de la partitura, los capítulos que contaban todo lo relacionado con la partitura fueron mis preferidos, lo que me lleva a confesar que la historia de amor entre Gaspard y Emmanuelle me gusto más, para mí fue más creíble. Puedo decir que me parecían más tiernos y su amor más real, más fuerte, pues ambos pasan por tanto y aun a pesar de todo, logran mantener ese inmenso amor por el otro, por ello el final que tiene esta pareja me rompió por completo mi corazón.

La pluma de la autora sigue gustándome, el primer libro que leí de ella fue “Las flores de Gideon”, aunque esta vez sentí un poco más lenta la historia al comienzo, creo que sobra decir que me quedo con la primera experiencia, aunque no porque esta sea mala sino más bien por el hecho de que la historia de “La partitura” está demasiado caramelizada para mi gusto. Aun con todo ello, Anna Casanovas sabe crear personajes excepcionales, así como darle a cada uno cierta tarea para que tengan relevancia en la historia, por lo que ningún personaje termina siendo algún tipo de relleno.

Cuando aún no leía el libro, busque reseñas para saber que me esperaba, en casi la mayoría de esas reseñas ponían que Adam les había parecido lo mejor, pero a mi realmente no me gusto el personaje, probablemente porque no logre conectar con él, aunque lo mismo me paso con Charlotte, tengo un presentimiento que todo esto es por el instant love, sé que este factor se da en la mayoría de los libros de la actualidad pero en este me pareció bastante apresurado.

Lo que rescato de Adam es el hecho de que su ceguera nunca lo detuvo, aun cuando renuncio a la música, nunca se detuvo a tener compasión de sí mismo, más bien siguió adelante acostumbrándose a las restricciones que su condición le permitía, por ello me parece un personaje fuerte aunque bastante terco,  es claro que está dispuesto a dar todo por las personas que ama, así que también le daría puntos por ello.

Desafortunadamente desde mi perspectiva no puedo rescatarle casi nada a Charlotte, me pareció un tanto egoísta, sus actitudes y las decisiones que tomaba no fueron de mi agrado, puedo comprenderla e identificarme un poco en el hecho que se alejara de las personas, de que no quisiera crear lazos con nadie, pero sus acciones me hicieron creer que quería ser más una mártir que encontrar paz, tranquilidad o redención.

Mis personajes preferidos fueron sin duda la Partitura y Gaspard. En primer lugar me pareció muy original que la partitura fuera un personaje más y que conociéramos su historia por ella misma, ya que es ella la que nos relata su creación y lo que vivió con su creador, la verdad es que si el libro hubiera sido totalmente la historia de la partitura, estoy segura de que me habría convencido más.

Gaspard me gusto demasiado, es un personaje que sin tener nada, renuncia a la seguridad de tener un techo donde dormir para ir en búsqueda de sus sueños, a pesar de que sabe que puede no encontrarlos o simplemente no tener éxito, no le importa y va en busca de ellos, su historia de amor me pareció hermosa, por ello me entristeció el final que tiene. La aparición de Chopin es esplendida, es otro personaje que me agrado, además de que puedes conocer un poco más de él, si como yo, no sabías mucho de su historia.


“Existen dos maneras de ver: con el cuerpo y con el alma.
El cuerpo puede, a veces, olvidar, pero el alma siempre recuerda.
Solo el que ha conocido el extremo de infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es necesario haber querido morir para saber cuán dulce es la vida”.

“Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”.

“Tampoco le gustaba hacer promesas”.

“Había ocasiones, instantes, en los que deseaba poder cambiar, porque tal vez así sentiría que quedaba algo de vida en ella. Porque quizás entonces una chispa volvería a brillar y a calentar el frio y árido interior en que se había convertido su corazón. Pero solo era una ilusión, todo había quedado atrás”.

“Ella no era cobarde, lo que estaba haciendo no tenía nada que ver con la cobardía ni con la valentía, era sencillamente lo que tenía que hacer”.

“No le asusto comprobar que cada vez se le daba mejor fingir que estaba completamente sola en el mundo y que no importaba”.

“Charlotte no entendía la necesidad que tenían ciertas personas de entablar conversación con desconocidos”.

“–Estas sonriendo –le dijo el–, creía que siempre tenías esa mueca asesina fija en el rostro.
–No estaba sonriendo.
–Lo estabas. –Se sentó cómodamente–. Quiero saber porque.
–Pensaba que pareces sacado de una mala película romántica.
Él sonrió.
–Eres más psicópata de lo que pensaba. Me gusta”.

“Tampoco se había convertido en una persona mística ni especialmente religiosa, sencillamente empezaba a darse cuenta de que tenía suerte de estar vivo y quería hacer precisamente eso, vivir”.

“Otro aspecto de su vida que había cambiado drásticamente: ahora sentía la necesidad de absorber y retener cada detalle”.

“Había decidido que de nada servía soñar en imposibles”

“–No te enfades.
–Esa frase garantiza casi con total seguridad lo contrario”.

“Se le daba muy mal hablar de lo que de verdad importaba”.

“Ahora a Gabriel solo le quedaba The Scale y sueños rotos que no sabía si jamás sería capaz de reconstruir o si se atrevería a intentarlo. La soledad de Valldemosa le había dado fuerza, pero el rencor y la rabia habían ayudado a hacerle reaccionar. Fuera como fuese, tras meses de vagar sin rumbo, por fin había recuperado el control de su vida”.

“Él podía entenderlo, la necesidad de gritarle a alguien, a todo el mundo, es a veces lo único que te queda”.

“Hay momentos en los que nadie quiere estar solo y para Adam lo peor de la ceguera era la soledad. Siempre estaba solo, solo en medio de ese vacío que ningún ruido, ningún tacto, ningún sabor podría llenar”.

“Una partitura no es un trozo de papel, es el sentimiento que contiene.
No somos las notas que nos manchan, sino las emociones que impregnan el aire cuando alguien nos lee, toca, canta o simplemente tararea.
Una partitura es pasión, amor y música.
Música”.

“No te contengas, por favor, di exactamente lo que piensas”.

“El dolor tenia ahora más profundidad, porque cuando le herían se sentía más solo e indefenso que antes, pero había aprendido a ocultarlo”.

“Todo en este universo tenía su propio ritmo”.

“Había muy poca gente que sintiese de verdad la música”.

“Pero ella se había ido de casa, de todo lo que le resultaba conocido, porque necesitaba estar sola. Completamente sola”.

“Era extraño porque tuvo la horrible sensación de que, si ella hubiese tomado otra decisión, o cientos de ellas, en el pasado, si hubiese seguido otro camino, él y ella se habrían encontrado de otro modo y tal vez no se habrían conocido”.

“Saca lo peor de ti antes de que lo hagan los demás, así no podrán hacerte daño”.

“Tenían demasiado poder y en ese sentido me temo que todas las épocas son iguales, al menos desde mi punto de vista. Todo el mundo venera el poder.
Creo que solo hay algo que los humanos ansiáis más que eso y es el amor, y no todos los humanos. Por desgracia”.

“Entonces no era habitual encontrar mujeres tan decididas y que no ocultasen su inteligencia”.

“Ella había aprendido a leer de muy pequeña, y con los libros descubrió la posibilidad de crecer, de visitar mil mundos y de tomar en cierta medida las riendas de su vida”.

“Gaspard se enamoró, se enamoró como solo se enamoran los humanos, algo que siempre he envidiado a pesar de que algunos después convertís esos sentimientos en música y no lo devolvéis.
Gaspard se enamoró y se pasó noches y noches en vela buscando la manera de negar ese amor. El muy inocente creía al principio que tal proeza era posible. No lo es, o no lo es cuando es amor de verdad, añadiré para los descreídos que me lean”.

“–¿Estas enfermo?
–Estoy enamorado.
–Oh, eso es mucho peor.
–Mortal, me temo”.

“Ah, comprendo. Eres de los que prefiere ser desgraciado, hundirse en la miseria y quizá entonces componer una sonata”.

“Si de verdad la amas, díselo. Díselo antes de que alguien te arrebate ese derecho”.

“El mismo era prueba de que una persona podía cambiar de vida de noche a la mañana”.

“No deberías amarme por mi belleza”.

“El amor de verdad no debería depender de la belleza, Gaspard, debería ser como la música, como tú música. Puro sentimiento, pasión, fuerza. No débil e inseguro como la belleza”.

“Esa dama estaba acostumbrada a que la adulasen y a asustar a los aduladores con su inteligencia. Los ponía a prueba y hasta el momento ninguno la había pasado”.

“Y a partir de aquel día trato a Emmanuelle como un igual, como un ser vivo sumamente inteligente y no como un objeto bello y digno de admiración. Ella seguía pareciéndole hermosa, pero no se dejó cegar por esa belleza.
Sucedió lo mismo en sentido contrario. Emmanuelle comprendió que la mayor seducción era notar que un hombre la escuchaba y se interesaba de verdad por ella, que le hablaba mirándola a los ojos y valorando la respuesta que salía de sus labios”.

“Eres hermosa. Lo eres. Negar esa belleza sería tan imposible como negar la luz del sol, pero Elle, no me importaría vivir en una oscuridad eterna si tú estuvieras a mi lado. La belleza es efímera, tu misma me lo dijiste, pero mis sentimientos por ti no”.

“Por fin entiendo que mi corazón sirve para algo más que para residir en mi pecho”.

“Era un superviviente, un luchador que sabía esperar y planear, esperar el momento oportuno”

“No todo tiene que ser complicado. Hoy estamos aquí y mañana quien sabe”.

“A lo largo de los pasados nueve meses había temido que nada ni nadie pudiese llegar a interesarle de nuevo. Se había resignado a pensar que esa falta de interés le protegería de las decepciones y de la frustración. La ceguera le había obligado a reconocer que había algo mucho peor que no ver y era no sentir”.

“El problema de estar dispuesto a sentir, a vivir, era el daño que podían llegar a hacerle”.

“Ella no era buena persona, sencillamente sabia negociar. Y siempre pensaba en sí misma, nunca en los demás”.

“Sintió que se había quedado sin brújula, sin nadie que le recordase de vez en cuando que tal vez  no era un monstruo. Y dado que nadie la veía, bien podía desaparecer”.

“La música clásica siempre había sido su única verdad, la parte más vulnerable de ella y nadie excepto Fern conocía el auténtico motivo por el que le gustaba tanto. Porque Charlotte creía que, si era capaz de emocionarse con ella, de llora, de reír, entonces tal vez si era capaz de sentir algo puro y hermoso, algo que ni siquiera ella podía estropear”.

“Pensó que quizá desconocía muchas cosas sobre sí misma, quizás lo desconocía casi todo”.

“Había necesitado toda la vida, semanas de silencio y esa partitura para empezar a cuestionarse las consecuencias de sus acciones, el impacto que podían tener en los demás”.

“La gran mayoría de personas, casi todo el mundo en realidad, es incapaz de reconocer el instante exacto en que sucede algo trascendental en su vida porque la están viviendo”.

“–Me alegro de que por fin estés conociendo a gente.
–Cualquiera diría que soy un ogro.
–Un ogro no, mejor di un ermitaño”.

“Intuía que ella necesitaba hablar de ello y llorar. Tenía que llorar.
Adam había aprendido esa lección de una manera brutal, pero jamás la olvidaría.
Llorar, le dijo, le aliviaría, necesitaba despedirse para volver a empezar”.

“–¿Una mera cicatriz? Soy un monstruo.
–Te comportas como tal, eso es cierto, pero tu rostro no es el culpable de ello”.

“Pero ¿acaso las personas no están formadas por varias capas? Ella no era la misma aquí, en Londres, que en Nashville”.

“Espero que ese desprecio se mantenga a base de la ausencia de encuentros como este. Ya sabes, dicen que la manera de aprender a valorar algo es no teniéndolo”.

“Diría que ha sido un placer verte, pero mentiría”.

“Sonrió, no le importaba comportarse y sentirse como flotase si eso significaba que por fin empezaba a vivir.
A querer algo más. A desear mucho más”.

“Querer a otra persona por voluntad propia, arriesgarse a sentir algo por un ser vivo al que no lo ataba nada, eso no lo había hecho jamás”.

“Pero una cosa era pensar en ser valiente y sincera y otra muy distinta serlo de verdad”.

“¿Era eso lo que le estaba pasándole, se estaba volviendo valiente o simplemente había asumido que ya no le quedaba nada que perder?”.

“La espera hacia que valiese la pena. Fern siempre decía que nadie valora las cosas demasiado fáciles de obtener”.

“En primer lugar, nadie debería juzgarte nunca por tu físico o por tu pasado, no alguien que te importe”.

“Mentir nunca sale bien. Y las personas que forman parte de tu vida se merecen saber la verdad”.

“El talento no puede abrazarte ni escucharte cuando has tenido un día horrible, por eso me alegro tanto de ser completamente incapaz de tocar o de cantar”.

“La música es así, te sorprende, te atrapa. Te emociona. Como ciertas personas”.

“El amor a primera vista existe”.

“El amor tarda en crecer, eso no voy a discutirlo, y hay que cuidarlo a diario, pero aparece un día cualquiera. Siempre hay un día que es el primero”.

“No, un beso no era un beso. “Ahora lo sé”. Igual que una despedida no era siempre una despedida. Las había que dejaban una puerta abierta y las había que te lo arrebataban todo”.

“El dolor significaba que había vivido”.

“No hacía falta ser horrible, bastaba con no ser, con no acercarte a nadie, así, cuando te ibas, nadie quería que volvieses”.

“No hay nada más inspirador que el amor”.

“Desde la muerte de Elle apenas podía discernir las emociones de mi creador, porque el sencillamente no sentía nada a parte de dolor y de rabia”.

“O si quería morir, que dejase de resistirse. Él estaba exhausto y yo también, el amor que seguía escrito entre mis líneas solo servía para engrandecer la tristeza de los últimos compases y era insoportable. Ni él ni yo nos merecíamos alargar esa tortura y había llegado el momento de tomar una decisión. El al menos podía tomarla, recuerdo que pensé con cierto rencor, mi destino siempre ha estado ligado al del compositor”.

“Nadie vuelve de la muerte, ¡Nadie!”.

“Todos cometemos errores de jóvenes y no por eso dejamos de merecernos una vida plena más adelante”.

“El dolor puede hacernos desear cosas horribles”.

“Tú eres una prueba más de lo cruel que puedo llegar a ser con personas que no lo merecen, con personas maravillosas como tú”.

“La depresión era una posibilidad real y tenían que asegurarse de que él estaba bien y dispuesto a seguir adelante. Nadie toma la decisión acertada cuando sufre esa enfermedad”.

“Hasta que apareció él, ella no quería ni necesitaba un después”.

“Ella había ido a Londres a morir y allí había empezado a vivir de verdad”.

“Tener esperanza, hacerse ilusiones era también muy peligroso”.

“No puedes vivir o morir por otra persona. Tienes que vivir por ti”.

“No puedo obligarte a vivir por ti, eso tienes que hacerlo tú”.

“Si me dais a elegir entre el amor y la obsesión, me quedo con el primero. Siempre. El amor, por lo que he visto, puede con todo; en cambio la obsesión se acaba”.

“El despecho, amigos, también es fácil de identificar, es verde y espeso y arde casi con la misma rapidez que los celos”.

“Porque donde este vuestro tesoro, estará allí también vuestro corazón”.

“Allí encerrada descubrí que me había pasado toda mi existencia convencida de que no tenía emociones, que solo las transmitía o, tal vez, transportaba, pero estaba equivocada. Tenía miedo, miedo por todo lo que oía y miedo de no volver a sentir jamás nada más.
No quería que el miedo lo borrase todo”.


Tengo la necesidad de aclarar que el libro no es malo, que el hecho que no haya sido de mi agrado no lo hace un mal libro. Porque de hecho me gustó mucho la forma en como la historia se va formando de mano de los personajes, es solo que fue mucha miel para mi gusto. Tengo muchas ganas e intenciones de seguir leyendo trabajos de la autora, pues creo que vale la pena conocer sus historias así como sus personajes, además tengo que confesar que tengo muchas ganas de leer Vanderbilt Avenue. Espero que se animen a leerlo si a ustedes les agrada el romance.

Veredicto:

“La partitura” es el libro perfecto para los amantes del romance y el amor instantáneo. Los personajes valen la pena, aunque pueden desquiciar en ciertos momentos, es una historia realmente linda que con seguridad, gustara a los lectores que buscan de una historia llena de amor.


Sobre la escritora:
(Calella, Barcelona, 1975) se graduó en Derecho y trabajó en una entidad financiera hasta que publicó Nadie como tú en 2008. En la actualidad ejerce como traductora, sin dejar de escribir, y sin intención de hacerlo. Ha publicado más de 16 novelas románticas con diferentes editoriales. Quiere seguir leyendo, aprendiendo mucho más y atreviéndose a contar historias honestas y llenas de sentimientos. Herbarium. Las flores de Gideon es la novela ganadora del II Premio Titania.

Summer

3 comentarios:

  1. Hola!!
    Es una autora que me gusta mucho y este libro le tengo pendiente, a ver si me animo y lo leo.
    Gracias por la reseña.
    Besitos :)

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  2. Hola guapi!
    Parece bonita la historia de las partituras, como dices más creíble, es curioso que la partitura también sea como un personaje, por desgracia la relación entre los personajes de Charlotte y Adam me echa un poco para atrás.

    Un besito!

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  3. Jajajajaja Debo decirte que a mi tampoco me gusta lo pasteloso, me empalaga, pero este libro si que me gustó, así es que difiero de tu opinión, pero la entiendo, me ha pasado muchas veces leer un libro de amor por lo que comentan en las redes y no poder con el y dejarlo antes de la mitad, que lo hayas leído deja claro que no te rindes, yo decidí hace algunos años que sin no me va "a fer la ma" jajaja y me va muy bien. Besos.

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