Paperweight - Meg Haston

Título: Paperweight.
Título Original: Paperweight.
Saga: Autoconclusivo.
Autora: Meg Haston.
Editorial: V&R Editoras.
Colección: Literatura Juvenil Estadounidense.
Fecha de Publicación: Octubre de 2015.
ISBN: 9789876129879
N° de Páginas: 336
Goodreads

Sinopsis: ¿Cuál es el precio de enfrentar el pasado? Stevie está atrapada: en su vida, en su cuerpo. Y ahora, en un centro de rehabilitación para jóvenes con problemas alimenticios. Pero lo que es aún peor, está atrapada en el pasado. A 27 días de que se cumpla un año de la muerte de su hermano, todo en su vida parece empeorar. Pero, tal vez, en 27 días pueda solucionar las cosas. Tal vez, en 27 días pueda quitarse ese gran peso que la acompaña a todas partes y así terminar con todo. Meg Haston nos invita a conocer la vida de Stevie, una joven que no solo está lidiando con un trastorno alimenticio grave, sino que también está intentando encontrar la forma de dejar atrás los errores de su pasado. Una historia que conmueve, moviliza y nos da esperanza. Porque incluso las peores pérdidas se pueden superar.

Gracias a V&R Editoras por el ejemplar para esta reseña.

Opinión Personal:

Tengo bastantes sentimientos encontrados con este libro. Por una parte me costó un poco conectar con la historia y es que probablemente las circunstancias me desesperaban un poco al no lograr entender el comportamiento de la protagonista, por el otro lado, al final creo que es una historia que posee un lado bastante hermoso del que se puede aprender, especialmente si algún conocido sufre alguno de los padecimientos relatados en el libro. Sin olvidar que la autora hizo un excelente trabajo manejando un tema que puede ser bastante delicado.

Stevie es una chica que fue abandonada por su madre, como consecuencia de esto su familia se vio reducida a su padre y hermano. Desde ese momento la preocupación por su aspecto y peso fueron consumiendo sus pensamientos. La relación con Josh, su hermano es muy estrecha pero todo comienza a cambiar cuando en un taller de escritura conoce a Eden, una chica que cautiva por completo a Stevie induciéndola en el mundo del alcohol y provocando que sus actitudes cambien radicalmente. Sin embargo sus problemas no harán más que comenzar cuando su nueva personalidad desencadene un accidente terrible donde Joshua su hermano, ha perdido la vida. Desde este punto el quiebre de Stevie se dará de una forma más profunda obligando a su padre a internarla en un lugar para tratar su anorexia, pues teme que su hija ponga en peligro su vida. Es en ese lugar donde Stevie deberá de aprender a amarse a si misma y aceptarse con su defectos, aunque lo único que ella desea es seguir el camino de su hermano para reencontrarse con él, el día de su aniversario.

Creo que lo que más me frustro de este libro es haberlo leído en esta situación, es difícil leer y ser consciente de lo que pasa una persona con un padecimiento alimenticio cuando tienen toda la salud del mundo. Son humanos con suerte y salud, dos cosas que ya te dan ventaja en la vida y ver como su mente los hace autodestruirse es demasiado frustrante, porque quisieras hacerles ver que son perfectos tal y como son, que no necesitan llegar a los extremos para ser hermosos. Dicho esto creo que es obvio que la protagonista me desespero en más de una ocasión por no decir en casi todo el libro. Aun con todo ello a mi parecer, la autora logra a la perfección involucrarnos y mostrarnos la batalla interior que viven en cada momento las personas con estos padecimientos, realmente nos ayuda a comprenderlos mucho más de lo que en un principio lo hacíamos.   

La actitud de Stevie era bastante desquiciante, el cómo se trataba a ella misma y el trato que le daba a las demás chicas de su cabaña creo que hacían que quisiera odiarla mucho más de lo que deseaba  ayudarla, a pesar de que todo eso se entiende por lo que ha pasado desde su niñez, desde el abandono de su madre hasta haber perdido a su hermano, me molestaba bastante que fuera tan cerrada  y que aun después de todo lo que probablemente había causado su terquedad, siguiera insistiendo que la gravedad de su enfermedad y la realidad de su salud no eran de peligro, quizás fue eso lo que ocasiono que el libro me pareciera bastante pesado en ocasiones. ¿Cómo era posible que no se percatara de que seguía con cada uno de los factores que le habían traído tantas desgracias a su vida?, era un poco confuso que quisiera de alguna forma compensar a su hermano matándose poco a poco y que al mismo tiempo, cuando tuvo la oportunidad de enmendar las cosas, su egoísmo la hubiera llevado a pensar solo en ella. Lo que me llevaba a preguntar, ¿Si no se hubiera sentido tan culpable de verdad habría deseado emendar sus errores, o solo lo hacía para poder sentirse nuevamente bien consigo misma?

Tenía muchas ganas de conectar con el libro porque como saben, últimamente buscaba historias descorazonadoras de esas que te parten el corazón en mil pedazos pero desafortunadamente ese sentimiento jamás llego, de verdad que me habría gustado conectar más con la historia. La pluma de la autora me gustó mucho, creo que maneja a la perfección su profesión y te plasma lo necesario para entender este padecimiento, te abre los ojos a ver las señales y no permitir que las personas acaben consigo mismas, no solo en un desorden alimenticio, también en cualquier padecimiento donde la mente intervenga, porque a veces es más fácil que nuestra mente gane a pesar de que seamos conscientes con todo nuestro ser, de que definitivamente no estamos para nada bien.

Me gustó mucho el personaje de la terapeuta dentro del instituto donde interna a Stevie, lo que logra con las chicas, el cómo busca ganarse su confianza y esa conexión que establece con ellas me pareció realmente extraordinario, creo que me dieron muchas más ganas de estudiar algo así. En cuanto a los otros personajes creo que en ocasiones salían sobrado y sin embargo, contaban con lo suficiente para aportar a la recuperación de nuestra protagonista, sin ninguna duda odie a Eden, fue el personaje que cayó de mi gracia principalmente al ser consciente que miles de personas como ella, existen en la realidad. Siempre me ha gustado cuando el papel del padre, tiene un punto importante en el que relucir por lo que el padre de Stevie me agrado bastante, así como Joshua a pesar de que no pudimos conocerlo por completo.

Más allá de no haber sido lo que esperaba me parece un libro grandioso con el que podemos aprender a ayudar a las personas que lo necesitan, a leer señales y evitar desgracias si tomamos las cosas en nuestras manos antes de que sea demasiado tarde, porque quizás eso es en lo que fallamos ocasionalmente, no saber leer las señales que tenemos frente a nosotros por lo que terminamos ignorando los gritos de auxilio de las personas a nuestro alrededor.

“El arte de perder no es difícil de dominar, aunque por momentos parezca (¡escríbelo!) desastroso”.

“El futuro prometedor es como una piedra preciosa, hipnotiza pero, luego de un tiempo, su peso podría hundirte”.

“No, querida. Los hijos no pueden hacer felices a sus padres, no es su trabajo”.

“Imagino que jamás olvidas la primera vez que haces algo nuevo”.

“No puedo pensar en nada peor que en ser común y corriente, y ¿tu?”.

“Esto es lo terrible que las chicas como nosotras compartimos –explicó-. Padres, crianza, estilos de vida que son dolorosamente normales. Típico de la clase media –haber sido educadas de esa forma era casi inmoral. Jamás habíamos comprendido el dolor. ¿Y acaso el dolor no era la esencia de la condición humana? Al habernos protegido del mundo real, presionando sus palmas sobre nuestros ojos durante las partes malas, nuestros padres, nuestros padres, nos mantenían separadas de la humanidad. Nosotras éramos algo completamente distinto a ella”.

“Se vuelve a equivocar. Yo camino sola”.

“Lo sé. Y me siento de la misma manera. Como si mis propios recuerdos pudieran devorarme”.

“Para chicas como nosotras, poder escapar del mundo real es nuestro mayor alivio temporario”.

“Pero esta es la cuestión –se volvió hacia mí, con los ojos verdes brillantes-. Las personas como tú y yo somos reales. Eso significa que tenemos defectos o lo que sea. Pero ¿no prefieres ser real y defectuosa a ser una chica perfecta y plástica que nunca vivió?”. 

“Y siempre brindo apoyo, porque no fuimos creados para caminar solos en la vida, sino para formar parte de un nosotros; de algo superior, algo que nos excede a nosotros mismos”.

“La residencia resulta demasiado pequeña para albergar a todas estas chicas con sus demonios, y me parece descabellado pensar que puedo ayudar a una. Todas somos una colección de causas perdidas, ocultas aquí para que nadie tenga que ver lo heridas que estamos”.

“¿Qué nos ocurría? La gente lloraba en los funerales. La gente lloraba en los funerales de sus hermanos muertos; así funcionaba el mundo. Pero yo no podía. Era como si mi cuerpo se negara a asimilar su muerte. Tal vez, si no derramaba lágrimas, él no se marcharía realmente. Tal vez todo eso era un horrible malentendido”.

“Sentir es una mierda”.

“Jamás te diría que no sientas ira. La ira es importante, es parte del dolor. ¿Alguna vez has escuchado la frase que dice “La verdad te hará libre, pero antes te hará enfadar?”.

“Tienes que decir tu verdad antes de poder sanar”.

“Si permites que esta enfermedad te domine, estarías renunciando a toda la fortaleza que tienes. Simplemente estarías rindiéndote, sin luchar”.

“Y estoy cansada de estar tan enfadada todo el tiempo. Sin embargo, no sé cómo hacer para no estarlo”.

“Incluso en ese momento, sabía lo que ella estaba haciendo: me poseía; me sacaba a pasear cuando se sentía sola y me devolvía cuando ya no me necesitaba más”.

“No nacemos con odio”.

“Pero somos un grupo de chicas tan abrumadas por nuestra mera existencia que la idea de lidiar con las cuestiones de la vida se torna casi paralizante”.

“Todas sabemos de qué son capaces los padres”.

“Me pregunto qué es lo que define a la familia. Pienso que, para algunas personas, la familia es solamente la gente que está a tu lado cuando ocurren cosas terribles”.

“La aceptación no equivale a que te agrade algo ni a que te sientas cómoda con ello. Significa que lo reconoces por lo que es”.

“Porque incluso las peores perdidas se pueden superar”.

Definitivamente un libro con grandes enseñanzas y mensajes que harán la pena leerlo, lleno de emociones y sentimientos precisos para disfrutar de una linda historia, con los personajes necesarios para comprender que en ocasiones las cosas pueden ser más difíciles de lo que parecen pero que no por ello, puedan ser imposibles de lograr, creo que nos enseña que con fe en uno mismo todo es posible y que por más niebla que haya en el camino, si somos capaces de seguir adelante esta puede disiparse un poco ayudándonos a encontrar el arcoíris que habíamos buscado por tanto tiempo.

Veredicto:

Una historia imperdible que tienes que leer alguna vez en tu vida, las enseñanzas son magníficas y el crecimiento que sufres junto con el personaje, es una de las mejores cosas que te puede obsequiar un libro. 

Sobre la escritora:

Meg Haston es de Jacksonville, Florida. Se recibió de terapeuta y ha trabajado con niños, adolescentes, familias y estudiantes universitarios.

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